El Balonmano Nava, el equipo de todo un pueblo
El Nava, con 2.800 habitantes y 135 patrocinadores, disfruta en la élite del balonmano. Recién ascendido, continúa invicto tras cuatro jornadas
Con 2.800 los habitantes censados en Nava de la Asunción, y sacan pecho con su equipo de balonmano, debutante en la Liga Asobal, que juega en el nuevo pabellón con un aforo de 1.200 espectadores. Sí, una instalación de bolsillo que se llena en todos los partidos (950 son socios, con lista de espera), donde cabe un tercio de la población. "Es difícil que encuentres una familia sin relación con el balonmano", asegura Juan José Maroto, alcalde y jugador de balonmano "en los años en los que los bajitos eran pivotes o extremos", y él era extremo o pivote, según las circunstancias
Julián Mateo, presidente del club, dueño de Viveros Herol, "una empresa familiar que vende plantas de fresas", es el agitador de este éxito deportivo, "el de un pueblo de la España rural metido en la élite que es un motor económico y un orgullo para toda Segovia, porque a los partidos del Nava viene gente de muchos pueblos y dan vida".
El Nava es singular en todo, con una avenida dedicada en la zona deportiva, cuenta con tres jugadores profesionales nacidos en el pueblo. Y el capitán y central, Carlos Villagrán, carpintero en ejercicio, ha sido el último pregonero en las fiestas de septiembre.
"Tenemos una larga historia, y en toda Segovia el Nava es más que un club deportivo. Por eso buscamos jugadores especiales, que cumplan con unas características personales, que se integren con nosotros, y que tengan aquí su residencia", explica Mateo, que dedica "más tiempo al balonmano que al negocio", y que tiene en Agustín Campillo su alter ego deportivo, y juntos consensúan los fichajes. "Los que vienen de fuera saben que aquí se cobra cada mes; y eso se aprecia", asegura el presidente, el patrocinador principal del equipo "aunque esta temporada Viveros aporta menos que otros años. ¿Cuánto? Secreto".
Julián Mateo pretende que su club "no sea dependiente", y por eso trabaja con las empresas del pueblo y de toda la provincia "con pequeñas aportaciones para echar una mano". En total, y no está cerrado el capítulo de patrocinadores, 135 firmas avalan al club, "aunque sólo los que salen en la camiseta hacen aportaciones notables".
Campillo dice que "el nuevo pabellón le ha dado otra vida al Nava", y recuerda que en el viejo, "pintado el suelo de azul, pero de cemento, han jugado tipos como Talant Dujsebaev", pero admite que no reunía condiciones: "Un partido con el Bidasoa lo empezamos el sábado y lo terminamos el domingo por la tarde en Segovia, tras jugar en tres ciudades".
A esperar al Barça. "Nuestra mayor satisfacción es que tenemos balonmano de hombres y de mujeres, y como con ocho nacimientos al año no podemos tener cantera sólo de Nava, hemos abierto escuelas en siete pueblos, controlamos a esos monitores y nuestros jugadores las apadrinan", insiste Julián en este detalle "porque es el verdadero futuro".
El objetivo en el debut en la Asobal es "la permanencia con la plantilla que hay", con ella a muerte "porque el pueblo la quiere", y apunta Mateo que en Nava "va más gente al balonmano que a la iglesia". También destaca el esfuerzo en dar buen servicio: "Viene a los partidos la gente mayor con cachava, y según entra hay una persona que la coloca en su sitio, y los jóvenes para arriba. Nuestro satisfacción es el buen ambiente, que los partidos sean una fiesta; si ganamos mejor, pero de Nava nadie puede irse decepcionado".
Con historia, sin lujos y sin complejos, con un presupuesto pequeño "porque el Ayuntamiento y la Diputación dan lo que pueden, y no tienen", Julián espera que el equipo ponga al pueblo en el mapa, y se emociona porque "vendrán las estrellas del Barcelona a jugar aquí un partido oficial".