España Activa presenta una guía para acercar la mujer al deporte

La Fundación España Activa presentó su “Guía de intervención práctica, mujer joven y actividad física”, en colaboración con la Universidad Rey Juan Carlos y la Fundación Mapfre. En ella, se recogen varias recomendaciones para fomentar el deporte entre el género femenino joven y reducir la brecha de género que existe con el grupo masculino de la misma edad.

“Los jóvenes dejan de hacer deporte en la adolescencia, pero es más acusado entre las mujeres. La diferencia con los hombres es de casi un 17% en las adolescentes y de un 22% en las mujeres jóvenes. La brecha es abismal, aunque buscamos reducirla”, asegura Jaime Lissavetzky, director del área de investigación de la Fundación España Activa. De hecho, 1 de cada 3 adolescentes no cumplen los requisitos mínimos deportivos recomendados por la OMS, algo que “hay que corregir en pos de promover una vida de hábitos saludables”, opina María José Rienda, presidenta del Consejo Superior de Deportes.

Las causas de este alejamiento de la mujer con el deporte, según apunta el estudio, son diversas, aunque su mayoría están relacionadas con la falta de motivación. De esta manera, las féminas no encuentran una oferta deportiva lúdica que fomente las relaciones sociales y no tanto la competitividad. Tampoco ayuda la presión que ejercen las familias en favor de los estudios, cuando deben tienen que compatibilizar las trayectorias deportivas y académicas, las nuevas tecnologías, que invitan a permanecer “pegados a la pantalla”, o el modelo conductual social. “La sociedad te dice que salgas. Es difícil, a los 17, perderte una fiesta por entrenar, aunque luego, si estas en el podio, vale mil veces más”, afirma Blanca Hervás, subcampeona de España de 400 metros sub-18.

Ante estas barreras, la Fundación España Activa propone actuar con ejemplos concretos y prácticos. “Hay que hacer ver a las familias que es perfectamente compatible el estudio y el deporte, incluso mejora el rendimiento. Si las motivaciones son diferentes, los programas deportivos también han de ser distintos, no pueden estar incorporadas a los de los hombres. Hay que trabajar en la base y cambiar esas dinámicas”, subraya Alfonso Jiménez, director de la investigación. Y, además, advierte en la necesidad de ser equitativos: “Ellas necesitan más atención, mejores recursos y mejores programas”.

Acabar con el sedentarismo y la plena incorporación al deporte de la mujer son los retos que se propone la Fundación en el medio-largo plazo. “Se necesita toda una generación para darle la vuelta a la tortilla”, apunta Jiménez. Los retos son mayúsculos, pero nunca es tarde, sin la dicha es buena.