Ortega vuela hasta ganar su segunda Diamond League
El español se impuso en la Diamond League de Mónaco con 13.22 y repite el éxito que ya tuvo en 2016, el año que además fue subcampeón olímpico. Un buen presagio.
Orlando Ortega llegaba intratable al estadio rey Balduino, en el que se celebró la final de la Diamond League de Bruselas. El español había ganado todo en 110 vallas últimamente, excepto un segundo puesto, y rubricó que estaba fino con una victoria inapelable, con técnica finísima sobre la valla y control del tiempo, para una vez cogida la cabeza de la prueba no abandonarla. En el último tramo ganó incluso más distancia. 13.22, con la mejor versión de la firma Orlando Ortega. Batió bien al jamaicano Levy (13.31) y al ruso Shubenkov (13.33), dos de los que serán sus rivales en los Mundiales de Doha (27 septiembre al 6 de octubre).
Ortega gana así su segundo diamante de vencedor de la Diamond League y es un buen síntoma, porque el primero llegó en 2016, cuando fue plata olímpica en Río. Este 2019 ha sido diferente para Orlando, que en invierno cambió su rumbo y se fue a entrenar a Chipre, con el técnico Giannoulakis, que le ha dejado en una versión buenísima. “Estoy tranquilo, bien y con mis objetivos claros”, suele reivindicar Ortega, que en Bruselas mostró su cara más ganadora de nuevo. De las últimas ocho carreras se ha llevado siete. Nada más que añadir.
Y Noah Lyles ya tiene dos diamantes en un mismo año. Ganó el de 100 hace una semana en Zúrich y este viernes se llevó el de 200 en Bruselas, en la segunda de las finales de la Diamond League. Prometió correr muy rápido en el estadio Rey Balduino, pero la lluvia le frenó y paró el reloj en 19.74, aunque lejos de los 19.50 de su marca personal, y con sensación de menor dominio que en otros dobles hectómetros, porque el turco Guliyev, oro mundial y europeo, se acercó mucho (19.86) y De Grasse también (19.87). Los Mundiales se aproximan y los velocistas comienzan a mostrar sus cartas.
Fernando Carro fue octavo en los 3.000 obstáculos con 8:15.53, la segunda marca de su vida, aunque lejos de su récord de España (8:05.69), si bien la carrera fue más lenta. Esta vez el de Canillejas no tuvo la prestación súper de Mónaco y cuando los africanos desataron los ataques a falta de dos vueltas cedió. No fue súper, pero sí un buen papel. Tuvo premio de finalista en su primera final de la Diamond League, que ganó el etíope Wale (8:06.92) en apretado sprint a El Bakkali