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BOXEO

Vergil Ortiz pasa otro examen: KO a Orozco en otra exhibición

Vergil Ortiz noqueó a Antonio Orozco en seis asaltos para llevarse el WBA Gold del peso welter. Presenta su candidatura en una división tan competitiva.

Vergil Ortiz golpea a Antonio Orozco.

Vergil Ortiz no quiere dejar pasar trenes. El estadounidense, de solo 21 años, es uno de los mayores prospectos del boxeo mundial. Este sábado tenía un nuevo examen en su casa, en Texas, en la segunda pelea que estelarizaba y volvió a exhibirse. Se cruzaba con Antonio Orozco, que solo había perdido con Lomachenko, y lo anuló por completo. Ofreció una pelea vistosa y acabó noqueando en el sexto asalto. Otro más, y es que en 14 combates profesionales ha finalizado antes del límite a todos sus rivales. Ante su público, además, alzó el WBA Gold del welter, otro paso más para los grandes objetivos que se le suponen, aunque él mantiene los pies en la tierra. "No me gustó la pelea que hice. Creo que en los primeros asaltos podría haberlo hecho mejor", espetó tras su triunfo.

Ortiz tiene hambre de victoria y lo dejó claro desde el inicio. Salió a medir con el jab, hizo retroceder a Orozco y ahí le encerró en las cuerdas. Sacó una ráfaga de golpes tremenda, y por poco su rival no necesita un respiro. Se lo dio el poco después, y se estudiaron. Desde el segundo asalto Orozco se fue con todo y ahí Ortiz emergió. Le acortaba la distancia su rival, pero no se ponía nerviosos. Guardia firme y contragolpeos muy precisos. Sus manos al hígados son algo difícil de gestionar para el oponente y de nuevo las volvió a sacar a pasear. Cada golpe dolía solo con verlo y es que cuando planta la mano hace daño.

El prospecto tuvo fases de dominio, pero era muy difícil ante alguien tan insistente como Orozco. Sabía que sus opciones pasaban por encerrar a Ortiz y que se pusiese nervioso por falta de experiencia. No lo hizo. Boxeó hacia atrás cuando le hizo falta con unos fundamentos técnicos perfectos y usó el jab para controlar cuando fue necesario. Tenía todo bajo control, desde el round anterior se estaba quitando la presión y los golpes de Orozco con gran facilidad. Era el momento de poner la puntilla. Se metió en la corta distancia y comenzó a conectar golpes muy duros. Con un hook al hígado, acompañado de un upper, Orozco se fue al suelo. El principio del fin. Ortiz se fue con todo y comenzó a sacar muchos golpes y todos pesados. Su oponente se fue una segunda vez al suelo y se rehizo, pero a la tercera, tras una combinación de derecha-izquierda, el árbitro paró el pleito. Examen superado con nota y confirmación. El welter se adapta a su morfología. Es una de las divisiones más competidas, pero no le teme a nadie.