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WATERPOLO | GWANGJU 2019

"Parecíamos pulpos, no sabía que tuviéramos tantos brazos"

La Selección masculina festeja su paso a la final y destaca por encima de todo "la solidaridad defensiva". David Martín fue jugador en la última final perdida en 2009.

Corea del Sur
Miguel del Toro.
JEON HEON-KYUN

La Selección femenina, que este viernes jugará la final ante Estados Unidos, lo vio desde la grada. Justo después, bajó a la zona mixta y aplaudió como si fueran fans incondicionales a la masculina, que acababa de merendarse a Croacia en las semifinales del Mundial de Gwangju y disputarán ante el ganador de Italia o Hungría la final el sábado a las 11:30. Un partido que, diez años después, vuelve a poner al equipo de waterpolo ante la posibilidad de ser campeona del mundo.

Quedan jugadores en el actual equipo de la última vez, en Roma 2009, donde David Martín pertenecía a aquel equipo. De hecho, y por una acción de contraataque que el ahora seleccionador no logró resolver, ahora quiere revancha. Aquella acción le marcó. "En la final de Roma perdimos en parte por mi culpa y desde aquel día me juré que no volvería a ser cobarde, por eso le dije a mis jugadores que fueran valientes, deben jugar y pasarlo bien. Nos dejaremos la vida en la final", comentó a este diario.

El partido ante Croacia fue una oda a la defensa. Blai Mallarach, autor de dos goles, lo define así: "Ha sido un gran acierto de David y los jugadores estuvimos muy acertados. No podíamos bajar los brazos al final". Fran Fernández fue más ilustrativo. "Parecíamos pulpos, no sabía que teníamos tantos brazos. Ni imaginándolo habría salido así", valoró y mostró una de las claves del buen torneo español: "Tenemos una capacidad brutal para ir creciendo. Cogimos confianza. El corazón es básico".

Sobre el encuentro, el técnico hizo un elogio a la entrega y disciplina de sus jugadores. "De nuevo felicito a mis jugadores por el compromiso y la solidaridad, hemos hecho un trabajo defensivo impecable, cuando somos un equipo, somos pelgirosos. Luego, el partido se ha endurecido, pero ha sido espectacular", valoró. Mallarach destaca la implicación que tiene el grupo con el entrenador: "Hay una mezcla de jóvenes y de veteranos que estábamos anteriormente. David nos dice cómo hay que jugar y nosotros creemos en él".

El seleccionador explica el nacimiento de esta química entre cuerpo técnico y plantilla, una determinación ha nacido "poco a poco". "Hay un grupo que ha sufrido mucho, después de muchos años sin éxitos. Ganamos cuando defendemos, cuando ayudas a tu amigo. Lo que hace grande a España es la solidaridad", sintetizó.

Al margen del pase a la final, la Selección logra la participación olímpica, lo que le quita "estrés" al equipo en 2020 y le ayudará a descansar y preparar mejor Tokio 2020.