España, que había coqueteado con la derrota en las últimas jornadas, a la quinta no pudo vivir de su calidad individual y perdió su primer partido en el Mundial ante Eslovenia, vigente campeona de Europa: 21-22 (11-11).

La realidad es que los balcánicos tienen una estrella en el ataque que nunca estuvo controlada (Ocvirk, 10 tantos), y un portero de mucha calidad (Dobaj), pero no es menos cierto que a los Hispanos les pudo la ansiedad, con demasiadas pérdidas de balón, por malos pases o por pasos, lo que no era habitual.

Hubo un momento en que la dinámica era española al inicio de la segunda parte, con Gonzalo Pérez y Mamadou, dos zurdos juntos, y con el partido descontrolado, pero cuando Eslovenia se pausó, recuperó la ventaja para llegarse a un final en el que los Hispanos intentaron remontar cuatro goles (19-22), porque para ser primeros debían ganar; no valía el empate para liderar el grupo.

España acaba segunda, y en octavos de final le toca uno de los rivales que nadie quería: Francia, el miércoles (21:00, Teledeporte) en Pontevedra. Los franceses eran los favoritos antes de empezar el Mundial, pero han perdido dos encuentros en la fase de grupos, y ayer ante Egipto, con lo que pasa como tercera y abre un mar de dudas acerca de su rendimiento.