"No me siento cómoda con el enfoque de la FINA al dopaje"
La bracista estadounidense Lily King, que ya fue dura con Efimova por su caso de doping, se queja de la participación de Sun Yang y duda de la federación.
A dos días de que arranque las pruebas de natación del Mundial de Gwangju, sus estrellas ya desfilan por la piscina de la Universidad de Nambu, un recinto idílico en medio de una ciudad tan administrativa como acogedora, cuyos organizadores viven con pasión unos campeonatos que no han acabado de enganchar a su gente. La pasión en cambio la derrochan los deportistas, sobre todo cuando se habla de dopaje y del caso del chino Sun Yang, que sigue en boca de todos. De hecho, la primera medalla se oro que se reparta en Gwangju puede ser para la estrella china en los 400 libre.
La bracista estadounidense Lily King, igual de agresiva en la piscina que en la sala de prensa, no se ha cortado ni un pelo cuando se le ha preguntado por el caso del chino (rompió un frasco de sangre cuando le hacían un control antidoping en su caso alegando que una enfermera no estaba acreditada). "Lo primero que deben hacer es no permitir que las personas que destrozan un frasco de sangre compitan. Es algo insensato que esto suceda. Es un poco triste ver gente compitiendo que se ha dopado en algún momento", preparó el cañón King. "Hay que cambiar algo. No me siento cómoda con el enfoque de la FINA con el depoje", disparó.
La natación americana siempre se ha mostrado muy radical con los casos de positivo, y la presión que ejercen a la FINA es importante. Sun Yang de momento está al margen de esta polémica. En estos campeonatos no nadará los 1.500 libre, pero sí los 800, 200 y esos 400 con los que abrirá la jornada del domingo.