WORLD ROLLER GAMES BARCELONA 2019
Echegaray: "Hacer descenso en 'street luge' no es de locos"
El donostiarra, doble campeón del mundo en 2015, indica que el descenso a casi 100 km/h siempre está controlado y que se requiere una gran disciplina.
Una de las modalidades más extremas del patinaje de descenso es el 'street luge', la modalidad sobre asfalto del 'luge' de los Juegos Olímpicos de invierno. Hoy, tres españoles: Mikel Echegaray, Jan Tarradas y Juan Calvo lucharán por la medalla de esta modalidad en los World Roller Games de Barcelona
Con velocidades que superan los 100 km/h en pendientes con curvas y a tumba abierta hace que sus practicantes deban ser auténticos especialistas.
El donostiarra Mikel Echegaray, integrante del equipo español, es uno de los grandes especialistas de esta modalidad, tiene su récord personal de velocidad en casi 134 km/h y rechaza su peligrosidad ya que para él es un deporte mucho más seguro de lo que parece.
"Lo normal es que cuando alguien ve como nos tiramos con los 'luges' piense enseguida que somos unos locos. Pero tenemos mucha cabeza, mucho control y mucha disciplina. Todo es más seguro de lo que parece desde fuera", asegura Echegaray.
El rider donostiarra explica que las protecciones son muy seguras, tanto por lo que respecta a la equipación como por las precauciones que se toman alrededor del circuito. "Además, para frenar, llevamos gomas en los pies que hacen que la frenada sea más rápida que en bicicleta. La frenada es muy corta, por eso es muy improbable salirse del circuito", remarca el vasco.
Doble campeón del mundo en 2015, se inició en Descenso en 2006 y él mismo se construyó su propio prototipo y, a raíz de su primera participación en un evento en Tossa de Mar, entró de lleno en el mundillo.
Los inicios no fueron fáciles porque todo era 'amateur'."Un año hice la mitad del Circuito Mundial y me costó 8.000 euros. ¡Menos mal que un patrocinador me pagó el material!", recuerda.
Además, para los practicantes del 'street luge' entrenar tampoco es fácil. "En ocasiones se organizan eventos para que podamos entrenar, pero la mayoría de las veces nos entrenamos de incógnito en carretera abierta, y comunicándonos por walkie talkie para avisarnos por si viene algún vehículo".
Ante su participación en los WRG 2019, Echegaray comenta que afronta cualquier competición "con la intención de ganar", también en Barcelona, aunque no conoce más que por vídeos el recorrido que tendrá que afrontar en Montjuïc a una velocidad máxima que estima que rondará en torno los 90 km/h.
"Llegar a la final es una victoria y una vez te conviertes en finalista sólo piensas en el podio y, por qué no, en el primer puesto. Eso sí, quienes en invierno practican bobsleigh saldrán con algo de ventaja sobre el resto", concluye el guipuzcoano.
Frenar con los pies
El chasis de un 'street luge' está confeccionad con muchos materiales, incluyendo acero,aluminio,madera y fibra de carbono. La mayoría de las tablas están hechas a medida. El competidor se tumba en posición supina con los pies por delante.
Las piernas se apoyan a la altura de los muslos y la cabeza se apoya a la altura de la nuca. Las manos van agarradas a unos soportes fijos. En algunos modelos, se incorpora un carenado aerodinámico.
No es posible llevar frenos mecánicos porque a una velocidad de 100 Km/h y con una rueda de 70 mm. de diámetro, esta gira a unas ¡ 8.000 revoluciones por minuto !. Cualquier tipo de freno contra la rueda la derretiría en pocas frenadas. Las zapatillas de los competidores van forradas con un trozo de neumático de coche: una zapatilla normal no duraría ni una bajada fuerte.
El luge completo no debe exceder los 25 kilogramos de peso ,la longitud no debe ser menor que 120 centímetros ni exceder los 3 metros, con una anchura que no debe pasar de 61 centímetros. Un mínimo de cuatro ruedas debe estar en contacto con el asfalto.
Los recorridos oscilan entre uno y cinco kilómetros, dependiendo de la competición.