Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

ATLETISMO

El drama de Colin Jackson: "Sufrí bulimia y anorexia"

El ex vallista británico reveló el drama que atravesó durante su carrera deportiva y cómo reveló su homosexualidad tras su retirada como profesional.

El vallista británico Colin Jackson.
JEFF J MITCHELLREUTERS

Colin Jackson quiso revelar el drama que sufrió durante su carrera como atleta. El ex vallista británico, que ganó todos los títulos en la modalidad de 110 metros vallas salvo el oro olímpico, reveló en una entrevista a The Belfast Telegraph el trastorno alimenticio que sufrió durante su carrera deportiva. "Sufrí bulimia y anorexia cuando entrenaba para los Juegos Olímpicos. Sentí que tenía sobrepeso y que comía mucho. Tenía un trabajo que hacer, correr lo más rápido posible, y para eso tenía que ser más ligero. Muchos días tomaba 800-900 calorías y entrenaba mucho. Tomaba un café pero no comía. Quería ser el mejor y el más ligero, por eso lo hacía. Quería pesar menos y así estaría enfermo o comería mucho menos. Ahora miro las fotos y veo lo delgado que era. Si no hubiera tenido ese trastorno habría tenido más energía y entrenado mucho mejor".

Jackson también reveló en declaraciones recogidas por el medio Wales Online cómo desveló su homosexualidad hace dos años y el temor que hay en el mundo del fútbol a que salgan estos casos. "Pienso que todavía hay un estigma y no es positivo. Di un beso y conté una historia con un amigo en febrero o marzo de 2017 y entonces me olvidé. En agosto me fui a Suiza y recibí llamadas telefónicas diciéndome '¡Oh, has salido!' Recibí llamada de Los Ángeles, Las Vegas, Canadá y fui noticia en todo el mundo. Pensé: '¡Guau, no pensaba que fuese tan relevante!' Ahora entiendo por qué un futbolista no quiere salir. Si quieres centrarte en tu deporte y tu equipo no deberías lidiar con ello. Si fuese un deportista me distraería mucho. Cuando no ves a muchos futbolistas saliendo del armario, entiendo como se sentirían"

El atleta también contó cómo fue la confesión a sus padres. "Les esperaba en la cocina. Vinieron y se sentaron. Mi madre podía ver mi cara y yo estaba angustiado. Me dijo. Lo primero, ¿esto es cierto? Y dije que sí, no podía negarlo. Entonces respondió: 'Bien, ¿por qué la gente es tan deshonrosa?' Me di cuenta que tenía los mejores padres".