Zarpazo de los Leones a Uruguay
Derrotaron a los Teros en Montevideo y sellaron un pleno de tres victorias en la gira veraniega por Sudamérica. Este lunes serán 17os en el ránking mundial.
España aterrizó como un trueno en el Estadio Charrúa de Montevideo, donde derrotó a Uruguay (21-41) con mucha solvencia para cerrar su gira veraniega de amistosos con pleno de victorias. Tres de tres. Ni Brasil, primero; ni Chile, después, ni por último los mundialistas Teros han conseguido superar a los Leones, que el lunes serán la 17ª selección en el ranking mundial.
El dato no es baladí. España ya es mejor que equipos mundialistas como Rusia, Canadá o Namibia y se acerca a Samoa, Estados Unidos e incluso Italia, un equipo Seis Naciones. El pronóstico de un combinado abocado a la UVI tras su polémica exclusión del Mundial que arrancará el próximo 20 de septiembre en Japón ha mejorado notablemente a lo largo de 2019. Santi Santos puso el punto de mira en Francia 2023 y amplió la base de un equipo ya excelente en 2018 que ha vuelto a rendir igual o mejor con caras nuevas este 2019: ya son siete victorias y una única derrota, ante Georgia en el Europeo (España fue segunda), en lo que va de año.
En esta última ante Uruguay, la selección sacó todo el repertorio. El juego a la mano en los dos ensayos de Munilla, el primero y el último, con una delicatessen de Tauli incluida en el segundo; el aéreo, con una patada de trilero de Melé posada por Domínguez en el 14’; el maul trituradora de 'Miguelón' Velasco, el mago que está detrás de la estrategia española en la touche, que llevó en volandas a Del Hoyo hasta la zona de marca en el 40’, y la capacidad de agonía, para defender el resultado en la segunda parte, cuando apretaron los Teros con más corazón que otra cosa y se acercaron por medio de Echeverría e Inciarte.
Sólo deslució el triunfo español la innecesaria zambullida de Melé en el último posado, ya en las postrimerías del encuentro. Venía calentito el francés, jugador del Top-14, de una trifulca anterior y se empeñó en manchar un una actuación genial con un gesto desleal e innecesario que encendió a varios charrúas frustrados. “20, por el Mundial”, le decía el árbitro a Segredo tratando de evitarle la expulsión y una sanción que pudiera apartarle de la cita nipona. La que jugará Uruguay y no España, que al menos va, de momento, viento en popa hacia el siguiente ciclo.