Lindsey Vonn, la gran leyenda del esquí alpino que derrotó a las lesiones
La esquiadora estadounidense ha sido la gran dominadora de la modalidad en los últimos años. Pese a las graves lesiones que sufrió, siempre supo sobreponerse y sumar éxitos deportivos.
Lindsey Vonn, ganadora del Premio Princesa de Asturias de los Deportes es una de las leyendas históricas del esquí alpino. La estadounidense puso fin a su carrera profesional el pasado mes de febrero con un currículum único en el que hay 82 triunfos en Copa del Mundo, tres medallas olímpicas y ocho mundiales. La última, el bronce en el descenso de los Mundiales de Are (Suecia), la carrera que supuso su despedida de la élite. “Ya no puedo más, yo no soy como Tom Brady”, bromeaba Lindsey, icono en Estados Unidos.
Vonn nació en Saint Paul (Minnesota) y hacía larguísimos viajes de más de 1.500 kilómetros para esquiar en Vail (Colorado), a donde luego se trasladaría con su familia. Con 17 años, Lindsey debutó en los Juegos Olímpicos en 2002, en Salt Lake City y en diciembre de 2004 llegaría su primera victoria en Copa del Mundo en el descenso Lake Louise, la estación canadiense que considera su casa deportiva. Sería el inicio de una carrera deportiva de leyenda que se encumbraría con 20 Globos de Cristal, cuatro de ellos de la general, y las citadas 82 victorias, que le han dejado a cuatro del récord absoluto de Stenmark (86). A nivel olímpico su momento fueron los Juegos de Vancouver 2010, en los que ganó un oro y un bronce.
Vonn es una figura mediática en Estados Unidos y a nivel mundial, que también apareció en la prensa del corazón, por su idilio con Tiger Woods. Pero Lindsey nunca perdió su nivel deportivo, salvo las lesiones que también le castigaron en su vida deportiva. En 2013 se rompió el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha y tuvo fractura de la meseta tibial, algo que le hizo perderse los Juegos de Sochi 2014. De una lesión que podría haberla retirado, Vonn consiguió volver a las pistas y sumó 23 victorias más en Copa del Mundo y el bronce olímpico de Pyeongchang.
Vonn había anunciado en principio que seguiría en activo hasta 2019 para intentar cazar a Stenmark, pero al final cambió de planes. Su despedida fue tan emotiva como exitosa, con un bronce mundial. "Es una mujer llena de fuerza", dijo Picabo Street, la esquiadora que sirvió de inspiración a Lindsey Vonn, que ya es leyenda.