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BOXEO

Las cinco claves de la victoria de Canelo Álvarez sobre Jacobs

Canelo Álvarez derrotó por decisión unánime a Daniel Jacobs en una pelea de pura estrategia. El peso, los golpes al cuerpo, el aguante... todo influyó en el resultado.

Canelo Álvarez golpea a Daniel Jacobs durante su combate.
AFP

La expectación antes el Canelo vs Daniel Jacobs era máxima antes de que ambos se cruzasen este sábado en el T-Mobile Arena de Las Vegas. Los dos mejores de la categoría frente a frente, pero no será la mejor pelea del año. La estrategia primó y cuando eso ocurre el que pierde es el espectáculo. ¿Por qué ganó Canelo? Aquí las cinco claves.

1- La estrategia y la paciencia de Canelo

De la previa sorprendieron muchas cosas, pero sobre todo lo hizo que Canelo Álvarez se 'conformó' con la victoria. Llevaba semanas asegurando que buscaría el KO, pero justo antes de la pelea se echó atrás. Sin duda el mexicano comprendió que la victoria antes del límite sería muy difíciles por muchos factores, en especial el peso, por ello trazó un plan para hacer un duelo trabajado. Menos vistoso, pero más efectivo. Gracias a su rapidez no se expuso demasiado y cuando lo hizo pudo quitarse la gran mayoría los golpes. Ahí estuvo uno de los puntos importantes, el público llegó a abuchear a ambos mediado e combate, pero Álvarez se mantuvo calmado y siguió adelante con su plan. "Había que tener paciencia, nada más. Sabíamos que iba a ser difícil por el tipo de peleador que era, pero hicimos las cosas como teníamos que hacerlas", reconoció después. Entender que tenía que plantear esa pelea, le dio el triunfo

2- El peso, un arma de doble filo

Canelo y Jacobs cruzan manos durante su combate.
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Canelo y Jacobs cruzan manos durante su combate.AFP

Durante la previa del combate se habló mucho del peso. Canelo y Jacobs habían pactado que no se excederían de las 170 libras (habían dado 160 en el pesaje) a las 8 de la mañana del día de la pelea, pero el estadounidense lo hizo. Quería llegar más fuerte y lo hizo. Cuando ambos se subieron al ring y se pusieron frente a frente la diferencia era clara. Según reveló ESPN, Jacobs se subió al ring con 186 libras y Canelo con 175. Una gran diferencia a la hora de conectar golpes y también de la rapidez. El mexicano lució más ágil para tirar de reflejos y el estadounidense tenía más contundencia, pero no pudo demostrarlo porque cuando quería pegar Álvarez ya se había marchado.

3- Los golpes abajo de Canelo y su desgaste

Canelo fue de menos a más y en cuanto tuvo la ocasión realizó un trabajo 'oscuro', pero efectivo. Buscó sin dudar la zona de flotación de Jacobs para restarle movilidad. Lo consiguió, pero a partir del octavo asalto las fuerzas comenzaron a abandonarle (también por ser siempre el perseguidor). No atinaba tanto a la zona de flotación y el estadounidense se recuperó y fue cuando hizo sufrir al púgil de Guadalajara.

Canelo golpea a Jacobs durante su combate.
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Canelo golpea a Jacobs durante su combate.AFP

4- El jab y la movilidad de Jacobs

El plan de Jacobs fue subir con más peso, lo que le lastró precisamente en su mismo planteamiento. Al ser más pesado desaprovechó su envergadura. Intentó rentabilizar su jab sacándolo de manera constante, pero Canelo estaba más rápido para evitarlo. Además, fue un movimiento que usó para medir y no para hacer daño. En contadas ocasiones dobló golpes con su mano adelantada, lo que le restó también capacidad de sorprender. Era previsible. En cuanto a movilidad, Jacobs abusó de ella. Cuando mejor estuvo fue cuando se quedó más plantado y cuando dejó la evasiva y presionó al mexicano.

5- La quijada de Canelo

A nadie se le escapa que las opciones de Jacbos se esfumaron en el noveno asalto. El estadounidense quería subir grande para intentar un mano letal cuando las fuerzas fallasen. Encontró un crochet en el noveno asalto... pero Álvarez aguantó sin pestañear y siguió a lo suyo. Lo cierto es que después se agarró para recuperar, pero nunca dio la sensación de que esa mano hiciese que visitase la lona. Un golpe que cambiase todo quería Jacobs, pero no contaba con la quijada del mexicano. Es de granito.