España acaba décima y tendrá que seguir remando

La Selección femenina de seven se irá de Kitakyushu con un sabor agridulce. Es verdad que ganó a China, rival directo por la permanencia, en dos ocasiones en la serie mundial japonesa, pero también que esos dos triunfos, los únicos del fin de semana, no han supuesto una diferencia sustanciosa de puntos entre ambos equipos al final de la cita.

De hecho, la brecha sólo ha crecido en uno ya que las asiáticas, en la final de consolación de la Challenge, vencieron a Japón y acabaron undécimas, sumando dos puntos por los tres de España. Las de Pedro de Matías habían batido previamente a las chinas en semifinales (12-5) con ensayos de Ingrid Algar, al final de la primera parte, y Eli Martínez, al inicio de la segunda. Liu acercó a su equipo a cuatro del final, pero fue un esfuerzo estéril. Ya en la final, Fiyi fue muy superior al combinado español y se desmarcó con una catarata de ensayos (12-41). Más allá de las marcas de Algar y Fresneda, España no tuvo opción. 

La serie la ganó Canadá batiendo a Inglaterra en la final (7-5). La próxima, en Langford, Canadá, los días 11 y 12 de mayo. Será la penúltima del calendario y la última oportunidad de España de dejarse los deberes hechos y disfrutar en el fin de fiesta de Biarritz sin tener que preocuparse por el descenso. En su mano está.