Más problemas para la IAAF: Niyonsaba, como Semenya, tiene también hiperandrogenismo

Caster Semenya no es la única atleta femenina con altos niveles de testosterona. Una de sus principales rivales en el tartán, la burundesa Francine Niyonsaba, ha revelado que también sufre hiperandrogenismo. Esto es, que su cuerpo produce hormonas andrógenas, entre las que se cuenta la testosterona, a un nivel más alto del que sería normal en una mujer.

Niyonsaba lo confesó por primera vez en una entrevista con Olympic Channel. Y lo hizo a raíz de la polémica intención de la IAAF, la Federación Internacional, de obligar a las atletas con esa condición médica a reducir sus niveles de testosterona a base de medicamentos o cirugía si quieren seguir compitiendo en las pruebas entre 400 y 1.500 metros en los eventos más importantes, como los Juegos Olímpicos. ¿El motivo? La ventaja que esa alteración, aseguran, da a dichas atletas.

La ochocentista, plata olímpica en Río 2016 y triple medallista mundial (plata al aire libre en Londres 2017 y oro bajo techo en Portland 2016 y Birmingham 2018), considera la medida, que Semenya ha llevado al TAS (se espera que el veredicto se haga público para finales de este mes), "discriminatoria".

"Sé que la gente habla, habla y habla de mí. No puedes evitarlo y a mí me gusta. Es motivante. No he elegido nacer así. Fuí creada por Dios así que si alguien tiene más preguntas quizá debería hacérselas a él. Me amo a mí misma y seguiré siendo Francine. No voy a cambiar", asegura Niyonsaba. "Para mí es discriminación. No tiene sentido", zanja.

Como Niyonsaba y Semenya, la velocista india Dutee Chand también ha confesado tener hiperandrogenismo y, según una nota de Associated Press, la IAAF tendría registros de varios casos más cuyos nombres no trascienden debido a la confidencialidad de los datos médicos. Niyonsaba los defiende: "Meterse en el podio no es fácil. Es trabajo duro. Es un gran sacrificio... Hacer buenos resultados corriendo es fruto del entrenamiento. Nada más".