No hubo opción en Twickenham. Inglaterra cumplió el guion establecido y venció de forma tan amplia como cómoda (57-14) ante una Italia que lleva todo el 6 Naciones empeñándose en disputar los partidos y dar la cara. Y a su manera lo hizo, logró mantener la tensión unos 20 minutos, y siempre se mostró predispuesta a intentarlo. Sigue estando lejos de los grandes cocos del Torneo, pero sigue luchando contra el propio reto de elevar el nivel transalpino. Y el XV de la Rosa, que aún debe estar lamentándose de la segunda mitad que firmó en Cardiff, no tuvo contemplaciones y firmó ocho ensayos. Con todo, sus cuentas son sencillas: esperar a que Gales no haya en el Principality a Irlanda y luego batir a Escocia en Londres durante la Calcutta Cup. Y eso no sería tan raro.
Los cambios de Eddie Jones aprovecharon la coyuntura. Shields firmó dos ensayos y Cokanasiga, MVP del partido pese a no lograr ningún posado, dio todo un recital de juego de Seven sacando a relucir la sangre fidjiana que corre por sus venas. Touch, maul y para adentro, así fue el primer ensayo del partido para George, talonador inglés. Respondería de forma brava Italia con una buena acción de Allan culminada en una esquina. Pasados diez minutos, el partido estaba empate. Inglaterra no se lo podía permitir y May no faltó a su cita para firmar el segundo inglés tras escapar del placaje de Esposito. Tuilagi se escurrió de Campagnaro en el tercero y poco después Farrell, para oxigenar a su delantera, pasó un golpe de castigo. Shields, que vino de Nueva Zelanda para ser importante en Inglaterra, puso el cuarto antes del descanso e Italia casi anota el segundo tras una buena acción de Hayward a la que no llegó por poco Esposito. Con 31-7, todos a vestuarios.
No tenía por qué cambiar la película en la segunda parte, no había motivos. Tuilagi, que sigue intentando reverdecer viejos laureles, puso el segundo en su cuenta, y Morisi respondió para Italia, también en la esquina, a continuación. Un calco de la primera mitad, pero ahora con cambio de protagonistas. Comenzaron las rotaciones y O'Shea acabó sacando a Parisse y metiendo a un tercer pilar para completar la tercera línea. Como si de un partido de balonmano se tratara, Kruis, taponó con sus dos metros de altura una patada de Tebaldi y con el rebote firmó otro ensayo. Robson, nada más salir al campo, aprovechó una ruptura de Daly en combinación con Cokanasiga para el penúltimo posado y ya con el tiempo casi cumplido Kruis volvió a bloquear una patada de Tebaldi, aunque esta vez lo aprovechó Shields. 57-14, poca historia y ahora a esperar al 'Super Sábado'. Cuando vuelve el oval en Twickenham, ya habrá acabado el Gales-Irlanda.