El retrato de la figura de Sean McVay, un entrenador precoz

Pese a la derrota final contra los Patriots, Sean McVay ha revolucionado la NFL desde su desembarco en Los Ángeles hace dos temporadas. Su precocidad, recién cumplidos los 33 años, y su descaro táctico primando el ataque por encima de todo ha sido un soplo de aire fresco para la liga. En una competición donde cada vez se impone más la inmediatez, McVay ha dado resultados desde el primer día. El ejemplo más claro se aprecia en la notable evolución del quarterback de los Rams, Jared Goff.

La influencia directa de McVay en el juego de su mariscal de campo ha sido la clave en el despegue del equipo angelino. El QB fue elegido hace tres años en la primera posición del draft y en su primera campaña fue resultó una decepción. A las órdenes de Jeff Fisher, un dinosaurio de los banquillos, el equipo no carburó y Goff pareció un fracaso más de los múltiples que ha habido en elecciones altas. Ese es, sin duda, el gran éxito de McVay, convertir a un inexperto QB con el run run de ‘bust’en uno de los mejores de la Liga capaz de liderar a su equipo a la Super Bowl en tan solo dos años.

No es de extrañar que la NFL haya copiado el modelo Rams. La nueva moda que se ha instalado en la NFL es fichar entrenadores jóvenes especialistas en la faceta ofensiva del juego. 49ers, Cardinals, Bills o Bears ya han apostado por la misma filosofía. .