La Selección se mide sin descanso este lunes a Japón

Tras ganar a Islandia Jordi Ribera declaró que España había dado un paso importante. “Todos éramos conscientes de que era un partido complicado, de los que te sirven para dar un paso adelante pero ahora hay que dar el segundo y el tercero”, decía el seleccionador en referencia al choque de esta tarde frente a Japón (20:30, Teledeporte), en el Olympiahalle de Múnich, otro rival menor que ahora dirige un islandés Dagur Sigurdsson tras ponerle en órbita el malagueño Carlos Ortega, que no pudo continuar al frente del equipo asiático por no poder compatibilizarlo con su trabajo en la Bundesliga alemana.

Japón, con dos derrotas, es una de las peritas en dulce del grupo, pero se sabe que tras una victoria importante los equipos se relajan, y más cuando se juega si descanso como es este caso. “Hoy tenemos otro partido que hay que ganar”, comentaba Adriá Figueras, y el extremo Ferrán Solé apuntaba que podrá jugar pese al golpe en la mano que recibió en el final del partido.

Físicamente, por lo visto hasta ahora, tiene una plantilla de una altura media para este Mundial, pero al equipo le falta peso, kilos para ser contundente en defensa, y eso genera otro tipo de juego heterodoxo que, como dice Solé, "no es el tipo que le gusta a España".