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Un tiro al palo salva a los campeones

La maldición de Cody Parkey fue la bendición de los Eagles

Los Eagles ganaron a los Bears tras un final rocambolesco en el que el kicker Cody Parkey estrelló el balón en el palo por sexta vez esta temporada.

Madrid
Jan 6, 2019; Chicago, IL, USA; Chicago Bears kicker Cody Parkey (1) reacts after missing a field goal against the Philadelphia Eagles in the fourth quarter of a NFC Wild Card playoff football game at Soldier Field. Mandatory Credit: Mike DiNovo-USA TODAY Sports
Mike DinovoUSA TODAY Sports

Los Philadelphia Eagles, actuales campeones de la NFL, no han tenido una temporada sencilla. Mediada la temporada tenían un récord de solo cuatro victorias y seis derrotas y prácticamente estaban descartados para clasificarse para los playoffs. Se quedaron sin corredores por una epidemia de lesiones que luego se extendió a la secundaria, donde no solo se lesionaron todos los teóricos titulares, sino también los suplentes. Un desastre.

Sin embargo, en el último mes comenzaron una resurrección sorprendente, y también de la mano de su jugador fetiche el año pasado, Nick Foles, el quarterback teóricamente suplente, que acabó siendo el MVP de la última Super Bowl. Este año, Foles recuperó la titularidad a última hora por la lesión de Wentz y desde entonces el equipo ha recuperado el alma, la intensidad y logró clasificarse in extremis en la última jornada después de que se fueran dando todos los resultados que más les convenían.

En la primera jornada de playoffs llegaban como víctimas a Chicago contra unos Bears que han sido la gran revelación de la temporada en el partido más desequilibrado a priori de la repesca. Pero nada sucedió como se esperaba en el guion. El choque se convirtió en una batalla campal en el que ambas defensas controlaban el partido y ganar una yarda costaba sangre.

Vuelve el espíritu de los campeones

Por fin, a falta de nueve minutos los Bears anotaban un touchdown que les ponía por delante 15-10, una diferencia pequeña pero que parecía suficiente visto el desarrollo del partido. Pero en una última serie ofensiva increíble los Eagles volvieron a parecerse al equipo campeón de hace un año y consiguieron anotar in extremis un touchdown que les adelantó 15-16.

Los Bears tenían 48 segundos para atravesarse el campo y sumar los tres puntos del field goal de la victoria. Consiguieron lo primero, que parecía lo más difícil, pero fallaron de forma inexplicable en lo segundo. Era una patada más que asequible de 43 yardas, Cody Parkey, su kicker, ya había anotado tres durante el partido, de 36, 29 y 34, y en un primer intento anulado por un tiempo muerto de los Eagles metió la pelota entre palos por todo el centro. En el momento de la verdad, cuando todo el universo de la NFL contenía el aliento, le pudo la presión, y quizá ayudo un dedo milagroso de un defensa que parece rozar levemente el balón, que se desvió hacia la izquierda, se estrelló en un palo y luego rebotó en el travesaño que le escupió hacia fuera cuando durante un instante parecía que el rebote podría ir para adentro.

Hace un año los Eagles ganaron la Super Bowl contra todo pronóstico. Este año nadie contaba con ellos, pero los Saints, sus rivales en la ronda divisional, ya saben que tienen en contra no solo a los campeones, también la suerte que parece acompañarles en enero.

Cody Parkey empezó jugando en los Eagles

El kicker de los Bears probablemente pierda su trabajo en las próximas horas, como ya lo perdió en 2017 en Miami, en 2016 en Cleveland y en 2015 en los Eagles, el equipo que le hizo debutar en la NFL en 2014, cuando tuvo una temporada de rookie impresionante en la que fue elegido para el partido de las estrellas después de anotar 150 puntos con un 88,9 de aciertos, el récord histórico de un kicker rookie en la NFL.

Desde ese éxito no ha levantado cabeza. Primero fue una lesión en la ingle que le hizo perder su trabajo en los Eagles, precisamente el equipo ahora beneficiado por su error. Parecía que este año en los Bears podía ser el de su vuelta a la élite, pero posiblemente se convierta en el del final de su carrera. Solo ha anotado 30 de 23 field goals, el 76,7 de los intentados, y parece tener una maldición con los palos. Ante Detroit en la semana 10 estrelló cuatro patadas en los postes, una cifra que merece entrar en los libros de los récords, y volvió a hacer temblar el palo en la última semana ante los Vikings. Seguro que si golpear los palos tuviera premio Parkey tendría por delante un futuro mucho menos negro.