Empate en un partido loco y ElPozo, líder en solitario
El Movistar, siempre a remolque, sacó un punto de fe empatando hasta en tres ocasiones. Elisandro y Ferrao brillaron. El equipo murciano, el más beneficiado.
Partido loco el que se vivió en el Palau Blaugrana entre el Barça y el Inter Movistar. Ambos sellaron un empate a golazos, con momentos de magia de Ferrao, Ricardinho o Elisandro, protagonistas habituales en uno de los mejores partidos de fútbol sala que se pueden ver en el globo. El gran beneficiado es ElPozo, que con su victoria ante O Parrulo aprovecha el empate para colocarse líder en solitario de la LNFS completada la primera vuelta.
La primera ocasión del partido fue para el equipo madrileño, con Pola comandando un contraataque que acabó con un disparo suyo al lateral de la red. Casi acto seguido respondió el Barça con un voleón de Ferrao y a partir de ahí el dominio del partido, que no el control, porque de eso no hubo nunca, fue para los blaugranas. Lozano y Ferrao llevaban la batuta y se sucedían las ocasiones, también de un Movistar en el que a partir del 5' empezó a aparecer Ricardinho, y en el 11' Arthur rompía por banda y la ponía atrás para que Esquerdinha la empujase.
Poco después Velasco pedía tiempo muerto. "Nos están bailando", espetaba a sus hombres antes de que llegará la primera genialidad de la tarde. En el 17' Ferrao cazaba con un escorzo un balón complicadísimo y, sin dejarla caer, la levantaba por encima de Herrero. Era el 2-0 y todo a favor del Barça, que sin embargo entró en trance en los últimos tres minutos de la primera mitad. Prácticamente nada más sacar de centro, Gadeia se iba para la portería de Juanjo y aprovechaba un barullo cerca del área para marcar. Y dos minutos después, en el 19', Elisandro reventaba de volea a la escuadra un balón llovido para poner el empate a 2 al descanso.
En la segunda mitad, ambos salieron con ánimo de controlar más el juego. El partido se calmó, bajó el número de ocasiones y parecía que un gol de cualquiera era la victoria. Pero entonces volvió la locura, desatada en el 28' por un gol de fortuna de Lozano, cuyo disparo de falta tocó en la barrera y se coló. Inmediatamente, también con una pizca de suerte buscada, Elisandro ponía el 3-3, cruzando con la zurda tras caracolear en la frontal del área un disparo que se coló entre las piernas de Juanjo.
Un minuto después, en el 32', el Barça recuperaba el mando con una jugada ensayada de manual. Se la cedieron a Ferrao, que la puso al segundo palo, donde esperaba Arthur, que sólo tuvo que empujarla. Y otro minuto es lo que le duró la alegría al Barça: el que tardó Ricardinho en empujar un disparo en semifallo de Humberto para poner un empate justo pero que sólo beneficia a un equipo. Y no es ninguno de los que estuvo en el Palau.