Gurutz Aginagalde, de portero en Logroño a presidente en Irún
El vasco, de 41 años y más veterano en debutar con la Selección, se retiró del balonmano y supo que se hacía cargo del Bidasoa en la misma tarde.
Gurutz Aginagalde vivió un día “para el recuerdo” el pasado 24 de noviembre, a los 41 años. Su última parada como portero del Ciudad de Logroño, frente al Kadetten en Suiza, le valió al equipo la clasificación para la fase de grupos de la Copa EHF. Esa misma tarde conoció que había ganado las elecciones a la presidencia del Bidasoa: “Podría aguantar dos o tres temporadas más, pero mi retirada se produjo en el momento adecuado”.
Esta tarde, Irún recibe la visita de los riojanos. A la Peña Orgullo Franjivino le ha facilitado el acceso a entradas y menús especiales tras el desplazamiento: “Aunque tendré un poco el corazón dividido, ahora me debo a uno de los dos clubes que me lo ha dado todo en el balonmano. Se trata de ayudar desde mi experiencia”. De momento, de su mano llega Go Fit como patrocinador: “Y trabajamos para alcanzar más acuerdos”.
El guipuzcoano se convirtió en 2017 en el más veterano en debutar con la Selección, capitaneó al Logroño durante 14 años y su dorsal, el 12, cuelga junto al de su amigo Rubén Garabaya en el Palacio de los Deportes de La Rioja: “Pese a que no conseguí ningún título en Logroño y se desaprovechó el tirón de los subcampeonatos y plantar cara al Barcelona, me siento muy orgulloso de mi trayectoria. Me guardo el cariño y el reconocimiento unánimes, más que los trofeos con el Bidasoa o el debut tan tardío con los Hispanos”.