Fallece Tresserras, la pionera de las aguas abiertas
En 1957 se convirtió en la primera española en cruzar el estrecho de Gibraltar mientras que un año después logró también cubrir la distancia del canal de la Mancha.
Un extenso reportaje en el PuntAvui detalla la vida de una mujer intrépida, que descubrió la natación por casualidad en 1954 bañándose en el río Fluvià de Girona, cuando una serpiente se le enredó en una pierna y tuvo que nadar rápido para despegársela. Luego, su padre le regaló un libro de técnica con el que aprendió los secretos del crol. En aquella primera experiencia con su hermano, alguien le vio maneras mientras nadaba y le habló del reto del canal de La Mancha, pero Trasserras debía foguearse primero. En 1956 cruzó los más de cuatro kilómetros que separan Sant Feliu y Palamós, mientras que después de Gibraltar ya atacó La Mancha en 1958 y 1960, los dos sentidos del recorrido.
Tresserras siempre recordó cómo los ingleses tocaban el claxon de sus coches y se acercaban a darle besos cuando ella llegó a la orilla en Dover. Su hazaña fue muy comentada en España, incluso el general Franco la recibió en el Club Náutico de La Coruña. Además, tiene otras siete pruebas de larga distancia en su palmarés entre Argentina, Irlanda y Suiza, alguna de ellas con 167 kilómetros de nado: logró superar el récord de la prueba en tres horas.
Mecanógrafa de profesión, cuando ella dejó de hacer esas gestas, la natación española logró el hito de conseguir la primera finalista olímpica: Mari Paz Corominas lo consiguió en México 68.