Chicago sigue en racha con una gran defensa y Chase Daniel
El quarterback sustituyó perfectamente a Trubisky e hizo un partido perfecto hasta que su defensa dio la puntilla a Detroit con dos intercepciones decisivas.
El arranque del Lions-Bears fue como cambiar de sexta a primera en medio de la autopista. Veníamos de relamernos con el festival del lunes entre Rams y Chiefs y de pronto caímos a plomo en la realidad de los equipos ‘humanos’ de la NFL. Al final del primer cuarto ambos equipos solo sumaban 99 yardas ofensivas, los ataques terrestres estaban completamente colapsados y tres de las cinco series ofensivas habían fracasado tras un triste tres y fuera. Y eso que ambos quarterbacks habían completado prácticamente todo lo que habían lanzado.
Después de la calma comenzó la tormenta con un fumble de Trey Burton. El balón perdido por el tight end de Chicago dio una buena posición de campo a Stafford que, pese a todo, necesitó un cuarto down rocambolesco para que dos jugadas después Legarrette Blount consiguiera un touchdown marca de la casa. Su segundo esfuerzo después de ser placado le sirvió para arrancar de la nada las casi cinco yardas que le faltaban para llegar a la tierra prometida.
Despierta Chicago
Los Bears despertaron tras encajar ese touchdown, sobre todo con un pase magistral de Daniels a Allen Robinson en tercera y largo. Sin embargo la serie acabó con un field goal de 40 yardas de Parkey y gracias. Al menos, los Bears confirmaron que el empeño de su kicker de estrellar el balón en el palo había pasado a la historia. Después de un nuevo tres y fuera de los Lions, los Bears recuperaron el balón con poco más de dos minutos para llegar al descanso. La defensa de los Lions se echó para atrás intentando consumir el tiempo y Chase Daniel, conectó cinco pases largos consecutivos para que el último llegara a la meta de la mano de Taquan Mizzell. 7-9 en el descanso para los Bears después de que Chicago no tuviera éxito en una conversión de dos aparentemente innecesaria.
El partido recuperó las dictaduras defensivas tras la reanudación. Tres punts en las tres primeras series hasta que Blount volvió a funcionar en Detroit mientras Amukamara entraba y salía del campo lesionado para dejar un agujerazo en la secundaria de Chicago. Stafford aprovechó esa baja para colocar pases de los que hacen daño y buscando duelos desequilibrados, como la recepción de 43 yardas de Galladay, su receptor número uno, cubierto en esa jugada por Roquan Smith, un linebacker. Poco después, Blount volvía a poner a funcionar la locomotora consiguiendo otro touchdown de carrera, y otra vez ganando dos o tres yardas de puro corazón cuando ya parecía placado. Los Lions también intentaron la conversión de dos y también fallaron para dejar el marcador 13-9 a su favor.
Un Chase Daniel estupendo
Los Bears comenzaron el cuarto final con posesión y Chase Daniel jugando realmente bien. No parecía un quarterback que solo había lanzado tres pases en un partido de temporada en los últimos cuatro años y que en sus diez años de carrera solo había jugado dos encuentros como titular. Durante toda la tarde fue disciplinado, mimó el balón huyendo de jugadas peligrosas, completó casi todo lo que lanzó, hizo buenas lecturas y mantuvo la puntería en corto y en largo. Nagy le planteó un plan sencillo pero muy variado y él respondió y nunca se escondió, incluso llevándose dos o tres golpes muy duros. Ese buen hacer tuvo su premio con un segundo pase de touchdown, esta vez a Tarik Cohen, que puso a los Bears de nuevo delante en el marcador 13-16 después de que, esta vez sí, intentaran y anotaran el extrapoint. Los Lions respondieron de inmediato y se plantaron en la yarda dos rival con facilidad, pero ahí se atascaron gracias a la agresividad de la defensa de Chicago, que obligó a sus rivales a conformarse con un field goal que empataba el partido 16-16.
Dos intercepciones decisivas
Poco después llegó el momento clave del partido. La defensa de Detroit paró a Chicago en tres intentos y en su primera jugada ofensiva Stafford intentó un pase a Michael Roberts. En ese instante salió de la nada Eddie Jackson para robar el balón y correr 41 yardas para touchdown. Los Bears eran fieles a si mismos y se adelantaban 16-23 gracias a su gran trabajo defensivo. Quedaban seis minutos y Stafford condujo un ataque magnífico durante diez jugadas hasta que llegó a la yarda nueve rival. Con un minuto y once segundos en el marcador lanzó un pase a la end zone otra vez a Roberts que esta vez fue interceptado por Kyle Fuller. Los jugadores de Detroit protestaron por un empujón de Fuller que había sacado al tight end de su ruta, pero los árbitros no vieron la penalización y ahí acabó el partido.
Al final, los Lions volvieron a parecer un equipo ortodoxo y con armas, pero demasiado gris y al que le falta la magia de los equipos realmente competitivos. Los Bears, por su parte, aprobaron con nota la prueba de saltar al campo sin su quarterback titular, anotaron en los drives en los que realmente se la jugaban y demostraron en un último cuarto magnífico que su auténtico poder está en una defensa capaz de colapsar ataques siempre y de conseguir jugadas decisivas en los momentos clave.