Carlsen y Caruana firman las novenas tablas en el Mundial

El campeón noruego Magnus Carlsen volvió a fracasar en su intento de doblegar al aspirante estadounidense Fabiano Caruana y la novena partida del Mundial de ajedrez acabó como todas las anteriores, en tablas. Por primera vez en la historia de los encuentros por el título las ocho primeras partidas habían concluido en tablas. La novena no modificó este miércoles el curso del encuentro londinense, que cada día tiene más cerca un posible desempate en la modalidad de semirrápidas.

Se firmó un nuevo empate después de 56 movimientos y el marcador del encuentro, pactado a doce partidas, está ahora empatado a 4,5 puntos a falta de tres juegos, en dos de los cuales Caruana tendrá la iniciativa con las piezas blancas.

Carlsen empezó la novena todavía con el susto en el cuerpo, después de haber sufrido en la octava en una posición inferior hasta que una imprecisión del estadounidense le permitió trasladar su dama al flanco de rey y conjurar todos los peligros.

Curiosamente, el campeón publicó hoy en Instagram una foto en la que aparece con una herida en el ojo izquierdo. Pero no eran las secuelas del combate del lunes, sino de un golpe recibido ayer cuando practicaba su otra gran afición, el fútbol, en la jornada de descanso.

El noruego volvió a inclinarse por una inglesa, repitiendo los ocho primeros movimientos de la cuarta partida, pero eligió la rara 9.Ag5 (en lugar de 9.Ad2), tal vez para sacar a Caruana del laboratorio, pero el candidato, lejos de sorprenderse, sólo meditó un minuto antes de jugar 9...Cxc3.

Cuando Magnus rompió en el centro con 13.d4 Fabiano analizó la situación durante 21 minutos antes de jugar 13...Ad5. El tiempo consumido demostraba que el candidato estaba ya fuera de sus líneas preparadas, y las rápidas respuestas del campeón mandaban un mensaje inquietante al italo-americano.

La posición estaba equilibrada a la salida de la apertura, pero Caruana sólo tenía 49 minutos en el reloj frente a los 103 del campeón, que al fin podía disfrutar con blancas de una partida tranquila y con algunas opciones de ataque. Con dama, dos torres, alfiles de distinto color y cinco peones -mayoría blanca en el ala de rey, mayoría negra con dos aislados en el de dama- las espadas continuaban en alto.

La posición se había simplificado en 22 movimientos, aunque el campeón no había cedido la iniciativa y el reloj (28 minutos para 14 movimientos antes del control de la jugada 40) podía erigirse en una seria amenaza para Caruana.

La consigna de Carlsen era mantener la presión con la esperanza de que su antagonista pudiera cometer imprecisiones en los apuros de tiempo. El campeón sacrificó un peón para aislar a los cuatro de su rival, pero no sacó nada. El estadounidense jugó correctamente y alcanzó una posición de tablas objetivas, aunque el noruego se empeñara en prolongarla artificialmente. Este jueves se disputará la décima partida, con Caruana al mando de las blancas.