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JUDO | NIKOLOZ SHERAZADISHVILI

“Nunca imaginé una calle de Brunete a mi nombre”

De origen georgiano, el pasado septiembre ganó la medalla de oro en -90 kilos en el Mundial de Azerbaiyán, la primera de España en categoría masculina.

“Nunca imaginé una calle de Brunete a mi nombre”
DANI SANCHEZDIARIO AS

Nikoloz Sherazadishvili da una idea. “Va a costar que la gente lo aprenda. Igual es más fácil que me llamen Niko Shera, no sé”, cuenta tranquilo y humilde este chico nacido en Tiflis (Georgia) hace 22 años y que a los 13 desembarcó en la Comunidad de Madrid, en el gimnasio Dojo Quino de Brunete. Ahora, Niko es oro mundial de judo (-90 kilos), lo consiguió en Bakú. “Fue el gran día de mi vida. La competición no fue perfecta, pero rozó la excelencia”, relata en perfecto español. Con el nombre de Niko Shera tendrá una calle en Brunete. “Nunca imaginé que tendría una calle a mi nombre cuando vine a España y no sabía nada de español. No decía ni 'Hola', ahora hablo castellano, georgiano, ruso e inglés”, dice el judoca, primer campeón del mundo masculino de todos los tiempos y el tercero de la historia tras Miriam Blasco e Isabel Fernández. “Me encanta que se vuelva a hablar de judo”.

Niko pule su técnica con Quino Ruiz. “Al llegar aquí sabía muy poco de judo y con él he conseguido todo lo que sé. Me transmitió la pasión por esto. Los años más importantes de mi vida personal y deportiva los he pasado en Brunete”, sigue Shera, que en Bakú se sintió “fuerte, inteligente y tranquilo”: “No había que calentarse. Se trataba de ser mejor que cada uno de los rivales, a los que estudio mucho. Según con el que luchaba cambiaba la técnica, pero mi favorita es el uchi mata, que es meter cadera y levantar pierna”. Ideal para los 190 centímetros de altura que le avalan. “En mi categoría la altura suele ser más baja. Es importante saber aprovechar la envergadura, pero si lo haces mal vas a caer más fuerte”, sigue.

En la mente de Niko, que se ha criado junto a la otra joya de Dojo Quino, Fran Garrigós. “Verlo progresar a él me ha motivado mucho, cuando veía que mi amigo era campeón mundial júnior... Era un aliciente”, enfatiza Niko, que ya mira a Tokio 2020. “Es la idea, llegaré con 24 años que es la edad perfecta para un deportista”, añade.

Shera es un madrileño más de Brunete, donde vive con su madre, pero nunca reniega de su origen: “Sé que vengo de Georgia y creo que nunca debo olvidarlo. Pero me encuentro cómodo y orgulloso de estar aquí”. En la Comunidad tiene hasta una calle. Es Niko Shera.