Maxi Sánchez: "Ahora el sueño es mantener el número uno"
El jugador argentino sucede a Belasteguín y Lima como mejor jugador mundial. En 17 años sólo cuatro jugadores han gozado de esa condición
Desde el lunes Maxi Sánchez (Villa Mercedes, Argentina, 15 de diciembre de 1986) es el número uno del ranking mundial. Esta temporada juega con Sanyo Gutiérrez, y en tres ocasiones ha tenido la oportunidad de que su compañero subiese al primer puesto, tanto con Lima y Belasteguín juntos como luego cuando se lesionó Bela. Pero a la cuarta ha sido Maxi, que le quita la primacía al brasileño Pablo Lima. En 17 años sólo cuatro jugadores han liderado el ranking: Fernando Belasteguín, tanto en solitario como con Juan Martín Díaz y Lima durante estos años, Lima en solitario tres torneos, y ahora Sánchez.
-¿Esperaba usted este salto desde el puesto quinto con el que comenzó la temporada?
-Es un poco circunstancial y cosa de los números, porque cuando se complete la temporada en condiciones normales Sanyo y yo tendremos los mismos puntos. La verdad es que pensé que él sería el primero antes que yo, pero a la postre me ha tocado a mi. Y es el suneño de una vida, el que tuve de niño, y es la recompensa a ese esfuerzo de mí familia.
-¿Por qué lo dice?
-Porque yo me vine a España con 19 años para ser eso, un número uno. Lo dije en casa para que me ayudasen y así aterricé en Madrid. Miles de kilómetros de distancia, y muchos esfuerzos, porque yo no vivía del trabajo de monitor, tenía que dar clases, y luego prepararme. Primero en Madrid, luego en Burgos donde me llevó un amigo y hacía un frío tremendo; luego Palma de Mallorca, donde me pagaban el doble la hora que en Madrid y por eso no regresaba. Al final vine a Madrid, que es donde yo quería estar, empece a tener entrenadores, patrocinadores, y rebajé el trabajo de monitor, dos o tres horas diarias, pero no ocho o nueve.
-¿Y se vive bien del pádel?
-Pues cada vez mejor. Ahora los 20 primeros del ranking sí se pueden dedicar al pádel por completo, porque hemos mejorado en las condiciones, y con la televisión tenemos más patrocinadores. Pero en el Circuito anterior, yo que he sido pareja ocho, y seis, y cinco, iba muy justo. Los jugadores no vivimos de los premios, más bien de las marcas que se interesan por nosotros. Yo terminé el bachillerato en Argentina, y luego mi dedicación exclusiva ha sido y es el páde.
-¿Cómo ha sido el resultado de alcanzar el número uno?
-Pues ha tenido una enorme repercusión, más de la que yo imaginaba. Además de los compañeros, los amigos, la familia, me han escrito personas que hacía muchos años que no sabía de ellas. Por ejemplo, organizadores que me vieron de chico, cuando jugaba competiciones menores, y me ponen, eh, Maxi, enhorabuena, yo te vi y sabía que ibas a llegar, casi 20 años después. Es una locura.
-¿Y Sanyo se ha mostrado muy celoso con usted?
-Jajaja. Me carga, y me dice que él no lo ha sido antes que yo porque a mí me podía la presión. No, nosotros somos amigos, y yo estoy encantado de jugar con él, y sabemos que cuando se vuelquen todos los números al final de la temporada estaremos iguales. Daniel (Sanyo Gutíerrez) y yo nos conocemos de niños, somos de la misma ciudad, y él viajaba conmigo a muchos torneos, que nos llevaba mi padre. Son muchos años ya. Y nos hemos amoldado bien.
-¿Sabe usted que Belasteguín ha sido el jugador a batir durante 17 años, y ahora ese rival al que todos quieren ganar es usted? Es más, que cuando vuelva querrá recuperar su trono porque es un competidor impresionante.
-La primera parte del sueño era ser número uno, y una vez logrado, mantenerlo el mayor tiempo posible. De momento tengo tres citas importantes, el Open de Granada, el Open de Bilbao y el Mundial con Argentina en Asunción. ¡Fíjate que ganamos el Mundial y llego al Master de Buenos Aires como número uno en noviembre! Sería la locura. Mira, que haya varios jugadores compitiendo por mandar en el ranking es una suerte para los aficionados al pádel.
-Puedo decir que me admiro su capacidad física para recuperar bolas fuera de la pista, y mucho más, claro, pero lo que realmente me admira es la manera de recuperar bolas casi a gatas contra la pared cuando parece que es imposible levantar la bola.
-Es un secreto que le voy a contar. Cuando veo que es imposible me digo, vamos a por esa bola, devuélvela como sea, porque si lo haces le vas a rebajar la moral al rival que está enfrente, que va a pensar que es imposible hacerme un punto. Eso me lleva ponerla en juego como sea. ¡Pero no lo ponga, mantenga el secreto!
-Demasiado tarde Maxi. El off the record se avisa antes. Lo siento.