Kickers NFL: por favor, fichen a alguien que la sepa meter
Los jugadores de la NFL que más puntos meten son los kickers. No tiene ningún sentido que un equipo aspirante al anillo no tenga un gran especialista en el arte de meterla.
No me voy a ir muy lejos. En la temporada pasada los diecisiete jugadores que más puntos anotaron en la NFL fueron kickers. Entre los treinta jugadores que más puntos anotaron había veintisiete kickers. Solo Todd Gurley (16º), Alvin Kamara (23º) y Deandre Hopkins (27º) se colaron en el exclusivo, elegante y pateador club de los tipos que mejor la saben meter.
Y chico, qué quieres que te diga, ya sé que, por ejemplo, en el fútbol siempre han despreciado a los delanteros que solo están ahí para meterla, pero a la larga merece más la pena eso que mucho regatear y terminar pegando al palo. Tranquilos, ya paso del fútbol al football para que nadie se me enfade, pero todos sabemos de sobra que en esta vida saberla meter quizá no sea un conocimiento catedrático, pero sí esencial. Y aunque no lo creáis se han escrito muchas tesis de ‘cum Laude’ sobre el tema. Meterla es vital hasta para la existencia de la raza humana. Y oye, vivir sin saber meterla, lo que es vivir, se puede vivir, pero como que no es lo mismo. Lo de meterla da una alegría que no te cuento. Solo hay que ver a los kickers celebrándolo mientras gritan: “¡La he metido!”. “¡La he metido!”.
Así que ya lo sabéis. Los buenos kickers trascienden el deporte. Son tipos que enhebran por el ojo de una aguja sin necesidad de dar el salto del tigre, ni el del oso (que como hemos aprendido en los últimos días está terminantemente prohibido en esta puritana NFL). Tremendos francotiradores que la cuelan desde una distancia prohibitiva, larguísima para el resto de la humanidad. Ya lo dicen los que saben de esto: el secreto está en los pies, elegir la postura idónea y no ponerse nervioso. Respirar hondo y no tener prisa. Aguantar todo lo posible para no errar el tiro. Entonces hay que darle con todo, bien de frente para que el proyectil llegue lo más lejos posible en la dirección correcta. A partir de ahí, los grandes de la NFL no se preocupan de lo larga que sea la patada, ni de lo duro que esté siendo el partido. Ellos están siempre allí y cumplen como señores, que siempre ha sido uno de los detalles que definen a los grandes profesionales.
Los vikingos no la saben meter
Por todo lo anterior no sé en qué piensan los Vikings. Llevan aspirando a ganar el anillo desde hace ya tres años, cuando a Blair Walsh le pudo la presión del momento. Y yo le entiendo. Cómo iba a meterla con tanta gente mirando. ¡Hombre, un poco de intimidad! Estoy seguro de que a mí me habría pasado lo mismo. Hay que ser pero que muy profesional y tener muchas tablas para cumplir en una situación así. Aunque, entre nosotros, siempre he admirado a Janikowski, que cuando salta al ruedo para meterla da la impresión de que lleva encima varios litros de vodka y ahí está, colándola sin inmutarse y sin ningún esfuerzo aparente. Es que ni le suben las pulsaciones, tú. Es cierto que hora ya no es lo mismo porque la edad no perdona y levantar el proyectil no es tan sencillo como antes, pero hace unos años era un crack que podía meter dos seguidas sin descansar, un talento al alcance de muy pocos.
Vuelvo a los Vikings, que me voy por los cerros de Úbeda. Parece mentira que después de confirmar que Walsh no era el machote que todos esperábamos siguieran haciendo experimentos con tipos poco fiables y que no tenían gran renombre en eso de meterla. Cuando un equipo aspira a ganar el anillo tiene que contar en su plantilla con un campeón en ese arte. Uno que la meta sin necesidad de provocar sudores fríos, uno que no genere dudas, que haga que la afición disfrute y quiera más. Un ‘pofesional’ como la copa de un pino. Ahora por fin parecen haber encontrado al tipo ideal en Dan Bailey, pero que nadie se confíe. Ha pasado de ser infalible durante seis años a sufrir demasiados gatillazos. Y cuando se habla de gatillazos ya se sabe que el primero te saca los colores, pero una vez que te acostumbras empiezas a recurrir a sistemas de concentración y autoayuda que casi nunca funcionan. Y sabiendo el gafe de los Vikings con el asunto, yo no estaría tan seguro de que hayan solucionado el problema.
Los Browns no pensaron en meterla
Lo de los Browns es similar. Después de tantos años reconstruyendo parece increíble que no se hayan molestado antes en encontrar a un tipo que la supiera meter. Ahora que tienen un equipo que empieza a provocar ilusión, echan por tierra todo el esfuerzo en el último momento, el de la verdad. Y claro, los seguidores se marchan frustrados y buscando el triste sucedáneo del consuelo en soledad. Que estar así tantos años no es bueno ni para la salud ni para la cabeza. Al final se van a quedar todos ciegos.
Resumiendo, los Browns han despedido a Zane Gonzalez porque no la sabía meter el año pasado, cuando pensaron que sus problemas se debían a la juventud y la falta de experiencia, y tampoco la sabe meter este año. A cambio han fichado a Greg Joseph, un novato que ni siquiera la ha metido nunca en el duro mundo profesional, pero del que dicen que tiene un talento excepcional. Ya veremos. Los Vikings han despedido a Daniel Carlson, otro novato que solo consiguió meterla en una de las cuatro ocasiones que lo intentó, y eso, como comprenderéis, es inaceptable incluso para las aficiones más comprensivas y enamoradas. Esperemos que Dan Bailey esté a la altura y deje a todo el mundo satisfecho. Que ya va siendo hora.
Y yo os dejo, que me voy a fumar el pitillo de después... para celebrarlo.