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Ahí os quedáis, chavalotes, o el adiós de Vontae Davis a los Bills

El cornerback de Pro Bowl decidió anunciar su retirada en el vestuario durante el descanso del partido contra los Chargers ante el estupor de staff técnico y compañeros.

Madrid
ORCHARD PARK, NY - SEPTEMBER 16: Mike Williams #81 of the Los Angeles Chargers makes a touchdown reception as he is tackled by Vontae Davis #22 of the Buffalo Bills during the first half at New Era Field on September 16, 2018 in Orchard Park, New York. Los Angeles defeats Buffalo 31-20.   Brett Carlsen/Getty Images/AFP
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Brett CarlsenAFP

La NFL es una competición especial, inefable, que nos sorprende a veces hasta el surrealismo. Lo que Vontae Davis hizo el domingo en el descanso del Bills-Chargers parece el guion de una película disparatada, pero sucedió de verdad. Simple y llanamente se retiró. Pero de verdad. Se fue al vestuario, y mientras sus compañeros se lamían las heridas (figuradamente), y se preparaban para intentar remontar un 6-28 en contra, él hizo el petate y se marcó un ‘ahí os quedáis chavalotes’ de los que hacen época.

Como era de esperar, la primera reacción de todo el vestuario fue de estupor, con varios jugadores indignados porque Davis les dejara tirados. No es para menos. Me recordó una situación que me sucedió hace ya bastantes años. Iba con un amigo por la calle y se nos acercó corriendo un tipo algo mal encarado. Yo pensé que nos iba a atracar, pegué un bote y me refugié corriendo en un bar que había a unos pocos metros. A los pocos minutos tenía en mi cara a dos tipos gritándome indignados: uno era mi amigo porque le había dejado tirado en la calle en manos de un presunto atracador y casi se le sale el corazón por la boca; el otro era el ‘atracador’, un tipo que simplemente quería que le indicáramos cómo llegar a no sé qué sitio y se sintió ofendido por mi reacción.

Vontae Davis también pegó un bote y se metió en el bar. En una reacción que nadie ha sabido explicar y tampoco se aclara con una carta de despedida bastante extensa, pero que no dice demasiado. Por resumir el texto en una idea, parece que cuando estaba ahí, en medio del emparrillado, le recorrió como un rayo una tremenda crisis de identidad y dijo basta. Que no merecía la pena seguir. Punto y final.

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Jugadores convertidos en simples obreros

Dudo mucho que sea así, sin pretender decir que Davis mienta. Estoy seguro de que un jugador elegido en primera ronda del draft en 2009, estrella de la NFL y que ha sido elegido en dos ocasiones para jugar la Pro Bowl no toma una decisión así de un snap para otro. Debía llevar bastante tiempo rumiando. Y más sabiendo que, aunque probablemente el asunto acabe en los tribunales, Davis se puede llevar más de dos millones de dólares limpios de polvo y paja por jugar con los Bills un partido y medio.

Vontae Davis no era un jugador acabado a los 30 años aunque acabara de pasar una mala racha de lesiones, no era un mal compañero ni una persona problemática. Quizá no era de los que llenan estadios, pero sí tenía un buen grupo de admiradores y aficionados que llevaban su nombre a la espalda. Era un cornerback respetado, un jugador de la NFL de esos que gustan en la NFL. Uno de los suyos.

También creo que una situación tan rocambolesca como ésta debe hacer reflexionar tanto a la NFL como a los Bills. Su forma de ‘darse el piro’ no fue en absoluto elegante, pero en estos Buffalo Bills no hay mucho a lo que agarrarse. La NFL ultraprofesionalizada nos lleva a situaciones como esta: jugadores ultraprofesionalizados a los que no interesa la empatía, el compañerismo, el entorno o cualquier otro argumento afectivo. Ahora mismo son obreros que van a jugar donde les ofrecen trabajo mientras les interesa. Y punto. En el fondo, es exactamente lo mismo que hacen los equipos con ellos. Si un entrenador puede cortar a un jugador en el momento que le dé la gana porque es lo que más le conviene, ¿por qué un jugador no puede hacer lo mismo?

Sean McDermott, entrenador principal de los Bills, tiene entre manos un proyecto tan poco atractivo que uno de sus jugadores decide en el descanso de un partido que no merece la pena gastar un minuto más de su vida en él. Matt Patricia, entrenador principal de los Lions, tiene a medio vestuario en contra por sus métodos... Quizá la NFL haya conseguido frenar la marea de jugadores arrodillados durante el himno, sin embargo, como comentábamos hace unos días tras la reacción del vestuario de los Steelers con el plante de Le’Veon Bell, algo está sucediendo para que empiece a haber un goteo de tipos que ante la duda prefieren quedarse en su casa.

Al menos, a Vontae Davis evitó decir: “no quiero seguir perdiendo el tiempo con estos Bills. No merece la pena. Son muy malos”. Eso sí que hubiera sido marcharse por la puerta grande y dejando una buena boñiga en el convento.