Los All Blacks destrozan a Australia y se llevan la Bledisloe

Los All Blacks siguen a lo suyo. El mejor equipo del planeta volvió a darse un festín a costa de los Wallabies, su vecino australiano. Una vez más, una victoria amplia, y con un patrón similar al del primer encuentro de la Bledisloe (torneo particular dentro del Championship que mide a los conjuntos oceánicos): buena versión del cuadro de Michael Cheika antes del descanso y destrozo kiwi tras el mismo (40-12). Beauden Barrett, con un póker de ensayos, lideró a los All Blacks para ir de menos a más y mantenerse en lo alto de la clasificación antes de cruzarse con Sudáfrica dentro de varias semanas.

Diez minutos sin anotación, con robos de balón y Barrett afinando buscando patadas tácticas en campo contrario. La posesión era visitante, pero el apertura firmaba el primer posado tras una jugada iniciada por su hermano Jordie. Los australianos mantenían su intensidad defensiva, con Pocock omnipresente, y con Koroibete-Beale armando una buena acción que acabarían con los Wallabies acumulando fases a 5 metros. Tras varias melés favorables, Genia firmaba el ensayo sorprendiendo en la salida de una de ellas. El conjunto kiwi basaba su ofensiva en combinaciones a la mano sin éxito hasta que, como pasó en la primera jornada en Sidney, un contragolpe al filo del descanso, iniciado por Ben Smith y Taylor, era culminado por Barrett (14-7). Australia había dado la caro, pero lo peor estaba por llegar.

No esperó el combinado de Steve Hansen y a los tres minutos el pilar Moody rompía la línea a escasos metros del ensayo para firmar una conquista. Poco después era Squire, aprovechando un hueco, el que firmaba el cuarto local en la noche de Auckland. Australia volvía a desangrarse y los vampiros de negro extendían su dominio. Foley dio un empujón en el intento de reacción evitando una marca cantada de Jordie Barrett y regalando acto seguido un ensayo a Hodge, pero tras el 28-12 paró la cuenta visitante. En el ecuador de la segunda mitad, Barrett rompía la defensa dorada y posaba sin problemas.

A continuación se le anulaba la cuarta conquista por un avant previo, aunque tuvo su recompensa en la siguiente acción tras una maniobra de Mckenzie en campo propio. El apertura tenía su póker y los últimos diez minutos no dejaron sobresaltos, a excepción del ensayo anulado de Naholo por pase adelantado en el inicio de la acción. El marcador se frenó en 40-12 y ahora la medida la pondrán los Springoks: saber si Sudáfrica está cerca de intentar asustar a los All Blacks... o si su guerra está con Australia por la segunda posición.