"Cerramos los ojos y soñamos con los Juegos Olímpicos"
La Selección española fue campeona de Europa en 2007, pero los veteranos se retiraron y llegó el vacío. Ahora hay cinco subcampeones del mundo juveniles en 2011 en un equipo renovado.
El voleibol español, como esa canción del verano, va “pasito a pasito”. Es la frase que sale de la boca de Fernando Muñoz, seleccionador desde 2011, de Ángel Trinidad, cerebro desde su puesto de colocador, y de Andrés Villena, máquina de sumar puntos como opuesto. Los dos de 25 años. Los dos subcampeones mundiales juveniles en 2011 y de Europa al año siguiente junto a otros tres integrantes actuales de la absoluta (18 jugadores, 14 en cada convocatoria) inmersos en el Preeuropeo: Alejandro Vigil, Miguel Ángel Fornés y Juan Manuel González. Un grupo con una media de 24 años de edad.
Son los Red Lynxes, los linces rojos. “Elegimos el nombre entre todos. Gustaba más Red Bulls, pero estaba imposible. Nos decidimos por un animal ibérico y en inglés que es más cool”, bromea el marbellí Trinidad, que tiene un canal de YouTube donde cuenta sus vivencias con la Selección y como trotamundos: Italia, Alemania, Bélgica y ahora fichaje por el Tours francés. “Intentamos mover mucho las redes sociales para que la gente sepa cuándo jugamos…”, apunta. Como este sábado, partido clave en Noruega (15:00, Laola1.tv). Escapar de una cierta invisibilidad en la que cayó el voleibol tras ser campeón de Europa absoluto en 2007, despedir a una generación veterana en 2013, desaparecer en tres ediciones del continental, y volver el año pasado pero con tres derrotas.
“En 2013 creímos que había que pensar más en el medio y el largo plazo”, cuenta el seleccionador. Para un deporte olímpico, verse fuera de los Juegos es un castigo. “Nuestra realidad es poner la vista en el 2024; 2020 es demasiado pronto. Lograr la clasificación para el Europeo de 2019 e ir ya a competir, luego pensar en el posterior Mundial, subir en el ranking e intentar estar en un Preolímpico”, dice. “Si cerramos los ojos y soñamos, participar en unos Juegos sería lo máximo. Nos gustaría disfrutarlo. Y más después de ver el ambiente en unos Mediterráneos, que son chiquitos. De allí nos trajimos una plata no prevista”, corroboran Trinidad y Villena, que volvió el año pasado al Teruel (campeón de Liga) desde Francia.
En la Selección, hay 11 jugadores de Superliga y siete de diferentes países de Europa. La crisis azotó a equipos muy dependientes de subvenciones públicas. “Profesionales hay dos o tres clubes. En el resto, trabajan o estudian y se entrenan por las tardes. Si todo el mundo pudiera dedicarse al cien por cien, el nivel subiría”, analiza Villena. “Eso penaliza a la Selección”, reconoce Trinidad. Pasito a pasito...