ATLETISMO | MUJERES CON HISTORIA
Micheline Ostermeyer, pianista de élite mundial y doble oro olímpico en peso y disco
La francesa, tras ganar su segundo título en Londres 1948, ofreció un concierto en el Carnegie Hall. Se inició en la música y el deporte en Túnez.
Tras ganar su segundo título olímpico en los Juegos de Londres 1948, Micheline Ostermeyer ofreció el 4 de agosto un concierto de piano en el Carnegie Hall, una de las catedrales de la música clásica. Y es que la francesa era tal vez mejor pianista que atleta, y eso que en su época fue la mejor del mundo en los lanzamientos de peso y disco y una de las mejores en salto de altura.
Pasó su juventud en Túnez, que entonces era un protectorado francés, y allí aprendió a tocar el piano. Completó sus estudios en el Conservatorio francés, al regresar a la metrópoli, pero al estallar la Segunda Guerra Mundial, en la que Francia fue ocupada por el ejército nazi, la familia regresó a Túnez, donde, además de seguir su carrera musical, comenzó a jugar al baloncesto y a practicar atletismo. Una vez terminada la contienda, regresó de nuevo a la Francia liberada y ganó el primer premio de piano en el Conservatorio de París.
Pero su vida, más que en el atletismo, estaba centrada en el piano, como concertista y experta en el austriaco Franz Liszt, uno de los grandes compositores de la historia. Lo explicaba así: “Dedico al piano cinco horas al día y al atletismo cinco horas a la semana”.