El campeón de peso pesado por el Consejo Mundial de Boxeo, Deontay Wilder, defenderá su título contra el británico Tyson Fury en el mes de noviembre en Las Vegas (EE.UU). El americano viajó el pasado sábado a Belfast para ver a su rival derrotar a Francesco Pianeta, después de lo cual confirmaron su pelea.
El estadounidense ha reconocido al medio Press Association Sport que mantuvo contacto con si rival el pasado verano a través de la red social Instagram. "En esa conversación me pidió disculpas sobre la situación que había ocurrido tras no asegurar la pelea con Joshua", aseguró Wilder, el cual declaró al británico, en esa conversación, las ganas que tenía de pelear con él. "Te prometí que lucharía contra ti, hagamos que esto suceda, será la pelea más grande del mundo", le dijo el americano a Fury.
"Siempre quise pelear con Tyson Fury. Conseguirlo finalmente es una bendición", reconoció Wilder, cuyo futuro rival sigue invicto. El actual campeón está convencido de que Fury está listo para desafiarlo en una pelea a pesar de que volver no hace mucho al cuadrilátero. A su parecer, esta pelea es definitivamente más importante que una con el británico Anthony Joshua: "Si él nunca hubiese sido campeón, yo habría tenido preocupaciones, pero siendo un campeón y sabiendo lo que se necesita para vencer a uno, no existen excusas, afirma Wilder, quien quita importancia al estado de forma de su rival: "¿Estar fuera por un largo tiempo? No hay excusas. ¿Estás fuera de forma? No hay excusas. La gente siempre puede volver a estar en forma. Él todavía puede pelear."