Ray Zapata lo pierde todo por la salida de la última diagonal
Acaba séptimo en la final de suelo, en la que partía con la tercera mejor nota. La falta de pausa le dejó sin altura en el segundo definitivo.
La versión oficial de Fernando Síscar era que el objetivo de España radicaba en meterse en la final de los ocho mejores equipos (sexto) y entrar en alguna final individual (Ray Zapata en suelo). Pero el seleccionador valenciano afincado en Segovia tenía el pálpito de que Ray Zapata podía volver al podio, como en el Mundial de 2015, donde dio la sorpresa en suelo con la medalla de bronce.
Pues en Glasgow igual. Tapado, sin mucha presión, con un buen ejercicio, Ray partía en la final de suelo de hoy con la tercera mejor nota, y con un buen puesto a la hora de plantearse la competición, porque cuando él salía ya habían pasado por el tapiz del SSE Hydro casi todos sus rivales directos.
Quizá el saber que tenía la obligación de repetir su ejercicio, la ansiedad de que con eso era medalla tal y como iba la competición, le pasó factura al internacional español. La impresión al verle desde el primer segundo era que iba acelerado, con mucho ritmo, pero sin pausa, y que los finales en sus diagonales eran relativamente sucios para lo que él es capaz de hacer. Con todo, sin errores, con toda su dificultad, y con un respiro mínimo antes de afrontar la última y definitiva diagonal: o medalla o nada. Y resultó nada, porque en en el última acrobacia, con la que rubricaba el ejercicio, cogió poca altura y se quedó corto a la hora del clavado. Total, caída, penalización y sus 14.533 con lo que partía y que valían estar en el podio se quedaron en sólo 12,966, una nota que sólo le permitió ser séptimo,