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EUROPEOS 2018 | ATLETISMO

España tuvo muy cerca el oro de 4x400 y celebró el bronce

El relevo, con Husillos, Búa, García y Hortelano, fue en primera posición desde el inicio y hasta la última recta, donde fue superado por Bélgica y Gran Bretaña.

España tuvo muy cerca el oro de 4x400 y celebró el bronce
SRDJAN SUKIEFE

El 4x400 rozó el cielo, por eso el bronce supo un poco amargo al principio. Pero el relevo largo de España consiguió un tercer puesto en los Europeos de Berlín, en una distancia que mide la salud del atletismo de un país. Fueron Óscar Husillos, Lucas Búa, Samuel García y Bruno Hortelano, que no pudo aguantar la primera posición que le había regalado su compañero y amigo Samu García. El mejor velocista de la historia de España, fatigado de los dos 200 y por una presión abrumadora, fue adelantado en la última recta por un gemelo Borlée (Kevin) que dio el oro a Bélgica y por Martin Rooney, un veterano que se llevará la plata a Gran Bretaña. Hortelano y Husillos, la doble H que ha revolucionado el panorama atlético, se irá con medalla. Eso es de justicia.

Empezó Husillos, como el Misil de Astudillo que es. Una salida velocísima y unos últimos metros más fatigados. También vivió el viernes el desgaste mental de una final que no salió como él quería. Pese a todo, su posta (45.8) fue sobresaliente para llegar a Lucas Búa, una calculadora humana inteligentísima, que esquivo las moles polaca y francesa, para coger primero la calle libre. Su vuelta a la pista fue el mayor espectáculo de la final (44.62), y se la dio a Samu García, tremendo canario de 1,90 que aguantó la primera posición (44.80). La ilusión se desbordaba. Todo quedó para Hortelano, que salió revolucionadísimo. El plusmarquista español de 400 ya tenía piernas de 200 en los últimos tiempos y la recta final lo ratificó (45.56). Bruno se crispó ("los últimos 150 metros note que ya tenía fatiga y ahí no puedes hacer nada") y Kevin Borlée llegó como un cazador a por el oro (2:59:47). Gran Bretaña hizo 3:00.36 y España se quedó en 3:00.78, a 13 centésimas del récord nacional.

Por eso el bronce fue un poco agrio, porque el oro estuvo cerquísima. Hasta que quedaban 60 metros era una realidad. 740 metros de campeones de Europa y la realidad es que son bronce, una frontera sólo explorada una vez por el 4x400 español (Budapest, 1998,con Trull, Andrés, Martínez y Canal ). Las barreras que nunca habían sido derribadas era correr en 20.04 los 200 y en 44.69 los 400, algo que ha hecho posible Bruno Hortelano. O entrar primero a meta ante la élite internacional en un Mundial (pese a la descalificación) como hizo Husillos, que también corre en 44.73. O hacer con asiduidad 45 como Búa y Samuel García. Una velocidad que está en una nueva dimensión. Por eso se soñó con el oro, pero el bronce deja claro que ha nacido algo nuevo en el atletismo.

"Somos un país con poca tradición y hemos demostrado al mundo que ahora hay velocistas españoles. Esto es un equipo, cuando acabó la carrera abracé a Bruno, le dije que le quería lo primero, que habíamos hecho algo histórico, lo segundo y que Tokio 2020 está ahí, lo tercero", contaba Samuel García, que igual que Husillos y Búa se mostraban sin fisuras de tristeza. Sólo sonrisas, Hortelano fue el único autocritico: "Todos han estado perfectos, el bronce pudo haber sido oro, y ese fallo fue mío. Con este equipo tengo siete compañeros y amigos". La del 4x400 es la octava medalla de España en estos Europeos de Berlín.