EUROPEOS 2018 | NATACIÓN ARTÍSTICA
Tarrés, entre su aventura en Israel y su debut en el Parlament
La ex seleccionadora española ha mejorado diez puntos en solo once meses a su nuevo equipo y lo alterna con su cargo de diputada en Cataluña.
Anna Tarrés sigue siendo un torbellino. La exitosa ex seleccionadora española de natación sincronizada, que ha pasado como asesora por países tan dispares como México, Francia, Ucrania y China, debuta en estos Europeos de Glasgow con Israel, una selección que, en apenas un año, ha mejorado diez puntos la nota. Además de este asesoramiento, la catalana también le echa una mano a Italia con sus coreografías (rival directo de España) y, todo ello, sin respiro, lo compagina con su cargo de diputada en el Parlament de Catalunya con el PdeCat. "Es difícil compaginarlo todo, pero cuando me llama el presidente Puigdemont ya tenía cerrada la colaboración con Israel. Hay un gran respeto por las dos partes para que pueda compaginarlo", comentó a este diario desde Glasgow.
Su mundo es la sincro, donde se siente como pez en el agua. En la política aún tiene que comprender los códigos. Su nueva aventura arrancó hace un año en el Mundial de Budapest, un campeonato que Tarrés lo vio desde la grada al encargarse únicamente de que las famosas "gemelas" chinas fuesen el dúo escogido por el país asiático para competir en Hungría. "En las gradas, Noam, del equipo de sincro y en la LEN, si podía ayudarles. Me insisten y voy la última semana de agosto. Visité los clubes y me encuentro un país acogedor, unas niñas con talento y unas entrenadoras entregadas. Me animo, pongo condiciones y las aceptan", explicó.
Uno de estos acuerdos fue "el convenio con el CN Kallipolis para hacer coreografías que yo ya tenga montadas. Así no empezábamos de cero. Ellas vinieron dos veces a Barcelona. Y yo he estado tres veces en Israel". Una de estas ocasiones la política se cruzó en su propósito. "Aterricé a las 5:00 pero a las 12:00 me llamaron de que se producía la investidura del presidente Quim Torra y tuve que volverme", aseguró Tarrés, cuya última concentración con las chicas fue en Reus.
La natación artística en Israel parte de cero
De las tres veces que Tarrés pisó suelo Israel se encontró un país acogedor y una gente entregada a sus consejos. "Las nadadoras no están concentradas como ocurre en otros países o en España. Tienen un centro de alto rendimiento y yo lo utilizo. El año pasado estaban en 73 puntos en equipo y este año en Francia sacamos 80, en el Open de Budapest hicimos 80,5 y aquí 83. La evolución es de diez puntos en 11 meses". La entrenadora permanecerá con esta selección hasta este campeonato, luego deberá tomar una decisión, aunque su labor va más allá. "Quiero ayudarles a estructurarse. Asesoro a las entrenadoras de cero. Hubo mucho trabajo online. No sabían competir al máximo".
Seis años después de su marcha, ahora sus relaciones con el equipo español de sincronizada son mejores: "El vínculo es profesional, con Mayu hay una relación más estrecha". Y valora su trabajo aunque aún cree que necesitan nadar más. "En este momento está en esa situación en la que saben cuál es el precio que deben pagar para recuperar el liderazgo. Les queda ejecución, pero están haciendo un gran esfuerzo para presentar algo diferente", argumentó.