A Milak le sobran diez metros para atrapar a Phelps
Ganó los 200 mariposa con una marca de 1:52.79 a sus 18 años y nadó prácticamente toda la carrera rebajando el récord del mundo que el estadounidense logró en Roma 2009.
Después de unos asfixiantes 200 mariposa, el húngaro Kristof Milak se estiró sobre el agua tibia del Tollcross International de Glasgow y cerró los ojos. Por su respiración, apenas estaba exhausto después de completar una maravillosa carrera no por el oro, que lo tenía ya asignado por sus marcas, sino contra Michael Phelps y Laszlo Cseh, el mejor nadador de siempre y el icono de su país. Durante 190 metros, Milak nadó más de un segundo por debajo del récord del mundo del estadounidense, obtenido en el Mundial de Roma de 2009, una de las huellas que dejó Phelps para la historia.
Seguía triste Milak unos minutos después. Le pasaba por la cabeza ese último 50 en el que la línea del récord del mundo (1:51.51) y la línea del récord europeo (1:52.70) iban más rápidas que sus brazadas. Le sobraron apenas dos metros para batir a Cseh y diez para destronar a Phelps (1:52.79). "Solo quería marcar mi propio ritmo, sin preocuparme por nadie ni por nada. Morí durante los primeros 100 y no me quedó nada para el final. Nadé de una manera estúpida", comentó el húngaro. Una manera estúpida que estuvo a punto de llevarlo a la gloria. Un aviso.
Ya en Budapest, a la sombra de Caeleb Dressel, se colgó la plata en los 100 mariposa, con una marca estratosférica. Y en este campeonato, y en un estado de forma colosal, aún le queda esa prueba la última tarde de competición. El podio lo completó su compatriota Tamas Kenderesi (1:54.36) y el italiano Federico Burdisso (1:55.97). "Milak está fuera de carrera. Esos cien metros son increíbles" comentó su compatriota.
El rey del fondo se cayó del trono. Gregorio Paltrinieri se tuvo que conformar con la medalla de bronce en los 1.500 libre, la prueba más larga de la natación en línea. Muy lejos de sus mejores marcas, sin haber llegado en el mejor estado de forma a Glasgow, sus 14.42.85 le valieron para ser tercero en una emocionante final, que ganó en las tres últimas brazadas el joven alemán (20 años) Florian Wellbrock, con una marca de 14:36.15, a dos segundos del récord de los Campeonatos que posee el italiano.
La plata fue para el combativo ucranio Mykhaylo Romanchuk, ganador de los 400 libre, pero cuyo mejor final no pudo desbancar al gélido alemán, inalcanzable cuando se puso por delante (14.36.88). "Fue la carrera más difícil de mi vida, lo di todo", dijo el joven alemán, mientras que el ucranio se mostró satisfecho aunque "quería el oro". Paltrinieri apuntó que el sábado estuvo aquejado de una "fiebre" pero que se lanzó a la piscina de Tollcross International a defender su "títulos europeo".
De italiano a italiano, en esta ocasión, de bronce a oro. El que logró Alessandro Maressi en la prueba de los 100 libre, con un tiempo de 48.01. El ataque de su compañero Luca Dotto por la calle 1 fue en vano, ya que el británico Duncan Scott (48.23) y el francés Medhy Metella (48.24) le acompañaron en el podio. La británica Georgia Davies se impuso en los 50 espalda con un tiempo de 27.23. Justo por detrás se colocaron la rusa Fesikova (27.31) y la finlandesa Jallow (27.70).
En esta ocasión, el récord del ruso Kliment Kolesnikov fue júnior, pero nuevamente el joven talento de 18 años maravilló a los presentes y apunta a otro oro en los 100 espalda. Paró el cronómetro en 52.95 y pasa primero a la final de este lunes. La alemana Franziska Hentke, con 2:07.55, se coloca como favorita en los 200 mariposa, mientras que en el ruso Anton Chupkov llega a la final del 200 braza con el mismo cartel (2:07.95).