Llamedo y Vázquez se coronan en el Sella en un final de infarto
En uno de los finales más emocionantes de los últimos años, la pareja asturiana sucede a Bouzán y Fiuza en el Descenso.
La prueba presentó emoción desde el inicio. En la salida, a Becerro y Fernández Castañón, que salían en la “pole" tras ser los más rápidos en la contrareloj del jueves, se encasquillaron con el cepo, cediendo la cabeza de la carrera, en manos de Llamedo y Vázquez. El paso por La Remolina terminó de relegar al segundo plano a Becerro y Castañón.
La carrera dejó desde el primer tercio a cuatro embarcaciones en cabeza: Llamedo y Vázquez, Martínez y González, los sudafricanos McGregor y Birkett (que aspiraban al primer triunfo foráneo desde 1997) y Amado y Llorens. Con distancia suficiente sobre el cuarteto que les seguía, la victoria quedaba entre los de cabeza. Por eso, la carrera fue más táctica de lo esperado. A pesar del elevado caudal del río, el récord del Descenso quedaba descartado.
Las cuatro embarcaciones se alternaron en la cabeza hasta encarar la Isla de la Boticaria, capítulo decisivo como siempre. En esta zona, a unos 500 metros de meta, se permite el portero; es decir, cruzar la isla al trote, piragua en mano. Solo Martínez y González optaron por echar pie a tierra, mientras que la pareja sudafricana tiraba del trío que siguió remando.
Encarando el puente de meta, Llamedo y Vázquez dieron el hachazo. Los sudafricanos no pudieron seguir su ritmo, al igual que Amado y Llorens. Martínez y González, que habían salido en buena posición del porteo, se vieron perjudicados por la corriente. La última palada le dio la victoria a Llamedo y Vázquez, los nuevos reyes en el Sella.
Estomba y Fidalgo, doble compartida en el K-1
El final del K-1 fue incluso más emocionante. Borja Estomba y Guillermo Fidalgo entraron en la línea de meta al mismo tiempo. Tras dar como ganador inicialmente a Estomba, los jueces decidieron finalmente que compartieran el primer puesto del podio, sucediendo a Alberto Plaza.