Arévalo, la discordia en el relevo 4x200 español
El nadador de 19 años renunció a ir a Glasgow, según la RFEN, después de no presentarse a una concentración. Tiene un expediente de dos meses y su causa abre el debate entre la exigencia o la tolerancia.
En el Europeo de Glasgow de Natación que se está disputando desde este jueves hay algunas ausencias destacadas, como la de Mireia Belmonte, la que acapara más focos debido a sus éxitos deportivos y popularidad. Pero también hay otra menos mediática. Francisco Arévalo, que en el pasado Open de Málaga logró la segunda mejor marca en los 400 libre (3:49.85) y el oro en los 200, y que se había clasificado para el relevo 4x200 libre, está expedientado por la RFEN y se le ha impuesto una sanción de dos meses sin poder competir (ya podrá hacerlo a finales de este mes).
Arévalo, de 19 años, es uno de los nadadores con resultados más prometedores de la natación española, séptimo en el pasado Mundial júnior de Indianápolis de 2017, aunque a las puertas de la siempre competitiva natación absoluta, un paso gigantesco para cualquier júnior. Dos años después de que Hugo González decidiera abandonar España para compaginar estudios y deporte en Estados Unidos, y unido a la marcha de otros nadadores al país americano seducidos por las ofertas de empresas que se dedican a becar a nadadores a cambio de su rendimiento deportivo, llega el caso de Arévalo, aunque con muchos matices con respecto a los anteriores. "No tiene nada que ver", aseguran desde la RFEN.
Una historia con dos versiones, de abril a junio
Desde el entorno del nadador explican la siguiente versión. Arévalo, que en este 2018 estaba cursando dos asignaturas de segundo Bachillerato (Matemática y Física y Química), decidió no acudir a una concentración con la Selección en Lanzarote debido a que prefería centrarse en esas pruebas académicas. El nadador pidió cambiar las fechas de los exámenes, y desde la Federación se los aplazaron una semana, pero consideró que se concentraría mejor en Pinto (Madrid) que en Canarias. Así que decidió no acudir a ese viaje.
La RFEN le quitó la beca de media jornada que tenía en la Blume, ya que las concentraciones oficiales de la selección son obligatorias, según su normativa. El nadador se marchó al Real Canoe a proseguir sus entrenamientos y, finalmente, logró aprobar los exámenes. Desde la RFEN aseguran que no se presentó a una de las pruebas, aunque el próximo año podrá ser universitario al aprobar después de la selectividad.
Según algunas fuentes, Arévalo es un nadador un poco rebelde, y ese conflicto acentuó más ese comportamiento. Entrenado en la Blume por Serafín Calvo, y luego en el Canoe por 'Taja', no pudo acudir por enfermedad a una competición en la República Checa, mientras que se le reclamaba también para otras concentraciones. Desde 2016, con 17 años, Arévalo formaba parte del programa de concentraciones de altura de la RFEN. Algunos entrenadores entienden que ha faltado una cierta tolerancia, aunque desde la dirección técnica mantienen que los criterios están para cumplirse y más cuando un deportista está becado.
Finalmente, según explica la RFEN, el nadador renunció por carta el día 10 de junio a participar en Glasgow, lo que provocó que se liberara una plaza que finalmente, tras su buena participación en el Nacional de Sevilla, la cubre César Castro, de también 19 años. "Las cosas no se cuentan como son y se utilizan medios para no contar verdades. Hubo un nadador que renunció a estar aquí por escrito", sentenció Tubella. Una discordia para un relevo 4x200 libre que se estrena este sábado.