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NATACIÓN | EUROPEOS 2018

El dúo más 'ruso' abre el proyecto de Mayu en Glasgow

Ramírez y Saldaña se estrenan en una gran competición con el dúo técnico, más "cañero" debido al nuevo cambio de reglamentación. "Priman los elementos técnicos".

Paula Ramírez y Sara Saldaña.
Rodolfo Molina

Sin Ona Carbonell, la natación artística (antes natación sincronizada) prosigue su camino hacia Tokio 2020 con un nuevo dúo en el Europeo de Glasgow. Paula Ramírez, quien ya nadó con Ona el pasado Mundial de Budapest, y Sara Saldaña, una joven del Sincro Retiro de Madrid moldeada por Mayuko Fujiki en su primer año al cargo de la Selección. "Tenemos mucha ilusión. Somos una pareja nueva. Nadé un año con Ona y he compartido con Sara todo lo aprendido", comentó Ramírez, la mayor pese a sus 22 años. Ambas debutan este viernes en la rutina de dúo técnico, donde ya se decidirán las medallas como en el dúo técnico mixto, donde Pau Ribes y Berta Ferreras pueden ser medalla como ya lograron en 2016.

Con escasa competición internacional, pero con la gestión de Mayu, el dúo presenta unas coreografías menos artísticas y más rítmicas, al son del nuevo reglamento internacional. España está cada vez más obligada a comportarse como Rusia. "El dúo técnico es diferente porque cambió el reglamento. La música es de James Brown. Nos gusta, es bailable y es divertida. El dúo libre es el mismo, pero la hemos cambiado. Ona y Gemma eran más artísticas, y lo nuestro es más la velocidad y la potencia. La música es acelerada, más cañera, es un tema flamenco pero más potente", comentó Ramírez.

Saldaña reconoce que la entrenadora insiste principalmente en la sincronización de la música con los elementos técnicos con tal de dar una sensación de uniformidad. "Nos dice que prestemos mucha atención a los elementos técnicos bien ejecutados, que artísticamente vayamos al compás de la música y que se compenetren. Hay que tener también la expresión en la cara y realizar el movimiento siempre con la música". Por eso mismo, Ramírez cree que España puede dar una buena imagen, con el reto de alcanzar a Italia, la que ocuparía el bronce, o al menos soplarle el cogote. "Estamos progresando mucho, se está notando desde principio de año hasta ahora. Queremos dar una buena imagen como dúo nuevo. Hay que demostrar que tenemos futuro".

Y la encargada de que eso se produzca es la seleccionadora, quien ha dirigido estos años en España, Estados Unidos, China y Japón, un cóctel que le hace tener una manera particular de dirigir al equipo. "Lo más destacable es que todo está programado. Muy japonesa, todo controlado, todo planificado, pero por otro lado tiene una parte española de ser divertida. Es dura, pero tiene ese punto de hacer bromas y quitarnos presión", declaró Ramírez.