"Que los españoles somos más pequeños es un tópico"

Se está viendo una España más madura que hace un año en el Mundial de Budapest. ¿Cómo fue la preparación?

Fue una temporada positiva por todo lo que competimos. Somos un grupo joven y cuanto más juguemos con presión mejor nos irá para progresar. Estamos con muchas ganas de afrontar estos cuartos ante nuestra gente. Nuestro reto era estar mejor en cada partido, y creo que lo hemos logrado.

Usted ya compitió con apenas 19 años en el Mundial de Barcelona. ¿Qué recuerda de aquello?

Fue mi primera experiencia y era todavía muy joven. Lo recuerdo con cariño e ilusión, porque tuve la oportunidad de jugar con mis ídolos y además un Mundial en casa, que es aún más especial.

¿Quizás están mejor en defensa que en ataque?

Estuvimos muy bien en defensa durante la preparación, pero eran torneos donde los equipos tenían mucha carga de trabajo y por eso donde más se nota es en ataque. Los lanzamientos no salen igual. Creo que no estamos mal en ataque. A veces salen partidos a pocos goles y surgen así.

¿Qué tienen Croacia y Serbia que no tenga España?

Lo primero es experiencia, porque ellos llevan muchos años a ese nivel. El waterpolo es un deporte rey en esos países. Nosotros tenemos dos generaciones mezcladas. Nos falta competición, vernos en este tipo de partidos como el que jugaremos este martes… Son encuentros que se dan de tú a tú y creo que nos lo tenemos que creer. Espero que sigamos creciendo y luchemos por todo.

¿Cómo empieza usted en el mundo acuático?

Tenía un club al lado de casa, donde jugaba anteriormente el Waterpolo Navarra. Mi familia eran socios de club y mi padre era waterpolista. Yo jugaba a tenis, pádel y fútbol al mismo tiempo. Pero mi primo practicaba waterpolo. Fue cuando dejé el fútbol con 11 años y empecé me pasé al agua. Luego dejé el pádel, que se me daba muy bien. Con 14 años viajaba por toda a España a jugar el circuito de mi edad, tenía un nivel muy bueno.

¿Y por qué el waterpolo?

Me tiró el waterpolo porque era más físico y un deporte de equipo.

¿Cuándo se dio cuenta de que podía dedicarse al waterpolo?

En 2013 se junta todo. Rafa Aguilar, el seleccionador español en aquel entonces, me llevó a una convocatoria de la Liga Mundial, luego fui a otra de verano y, finalmente, entré en la convocatoria oficial para el Mundial. Entendí todo muy rápido, y me fichó el Atlètic-Barceloneta y ahí es donde doy el salto. Jugar con los mejores te ayuda a crecer.

Usted es versátil. Puede actuar en múltiples posiciones. ¿Cuál prefiere?

Tengo esa facilidad, sí. Ahora estoy jugando de cuatro o de cinco, en zona exterior, pero luego también fui defensor de boya… Este verano jugué por la posición dos además. Mientras juegue, es bonito, y cada posición tiene su cosa. Es bonito moverte por todo el campo para valorar lo que hacen otros jugadores. Te metes en la piel del compañero.

Es un jugador español con cuerpo de serbio. ¿Le sirve esa fuerza y ese físico?

Intento usarla, pero creo que Croacia ya no tiene esa superioridad. Creo que en España se está igualando el físico. Eso de que somos más pequeños es un tópico. Estamos más igualados y somos más grandes. Si no tienes físico, tienes velocidad, siempre puedes explotar otras cosas.

Fue una temporada positiva por todo lo que competimos. Somos un grupo joven y cuanto más juguemos con presión mejor nos irá para progresar. Estamos con muchas ganas de afrontar estos cuartos ante nuestra gente. Nuestro reto era estar mejor en cada partido, y creo que lo hemos logrado.

Fue mi primera experiencia y era todavía muy joven. Lo recuerdo con cariño e ilusión, porque tuve la oportunidad de jugar con mis ídolos y además un Mundial en casa, que es aún más especial.

Estuvimos muy bien en defensa durante la preparación, pero eran torneos donde los equipos tenían mucha carga de trabajo y por eso donde más se nota es en ataque. Los lanzamientos no salen igual. Creo que no estamos mal en ataque. A veces salen partidos a pocos goles y surgen así.

Lo primero es experiencia, porque ellos llevan muchos años a ese nivel. El waterpolo es un deporte rey en esos países. Nosotros tenemos dos generaciones mezcladas. Nos falta competición, vernos en este tipo de partidos como el que jugaremos este martes… Son encuentros que se dan de tú a tú y creo que nos lo tenemos que creer. Espero que sigamos creciendo y luchemos por todo.

Tenía un club al lado de casa, donde jugaba anteriormente el Waterpolo Navarra. Mi familia eran socios de club y mi padre era waterpolista. Yo jugaba a tenis, pádel y fútbol al mismo tiempo. Pero mi primo practicaba waterpolo. Fue cuando dejé el fútbol con 11 años y empecé me pasé al agua. Luego dejé el pádel, que se me daba muy bien. Con 14 años viajaba por toda a España a jugar el circuito de mi edad, tenía un nivel muy bueno.

Me tiró el waterpolo porque era más físico y un deporte de equipo.

En 2013 se junta todo. Rafa Aguilar, el seleccionador español en aquel entonces, me llevó a una convocatoria de la Liga Mundial, luego fui a otra de verano y, finalmente, entré en la convocatoria oficial para el Mundial. Entendí todo muy rápido, y me fichó el Atlètic-Barceloneta y ahí es donde doy el salto. Jugar con los mejores te ayuda a crecer.

Tengo esa facilidad, sí. Ahora estoy jugando de cuatro o de cinco, en zona exterior, pero luego también fui defensor de boya… Este verano jugué por la posición dos además. Mientras juegue, es bonito, y cada posición tiene su cosa. Es bonito moverte por todo el campo para valorar lo que hacen otros jugadores. Te metes en la piel del compañero.

Intento usarla, pero creo que Croacia ya no tiene esa superioridad. Creo que en España se está igualando el físico. Eso de que somos más pequeños es un tópico. Estamos más igualados y somos más grandes. Si no tienes físico, tienes velocidad, siempre puedes explotar otras cosas.