La Selección femenina sigue sin tambalear en su camino a la final de estos Europeos de Barcelona. El tercer partido ante la débil Turquía fue un monólogo, incluso a alguna jugadora rival se le caían las lágrimas mientras los goles españoles iban cayendo en las Picornell. El marcador explica la diferencia entre ambos conjuntos y pone en entredicho el formato de un campeonato en el que, en el grupo de España, nueve partidos son sinónimo de goleadas superiores a los 20 goles. "Fue un partido incómodo, parecía que estábamos abusando" , comentó Miki Oca después de acabar, quien destacó además "la intensidad de las chicas".
Empezó tímida la Selección, con un parcial de 5-0. Turquía dispuso de un larguero, pero ya se aprecio que el pressing español inutilizaba el ataque de su rival, que no era capaz ni de llegar a cinco metros, ni de lanzar ni de forzar exclusiones… Las guerreras empezaron a recuperar y salir al contraataque, y los goles fueron cayendo como churros. En el segundo parcial la diferencia se acentuó a 14-0.
En el tercer cuarto prosiguió la sangría. Se pasó al 22-0 en un abrir y cerrar de ojos, cuando Turquía logró marcar su primer gol a falta de un minuto y medio. Un tanto aplaudido en las gradas. El encuentro finalizó con un escandaloso 32-2 y algunas jugadoras rivales lloraron a pie de piscina. Finalmente, las goleadoras fueron Marta Bach, Anni Espar (3), Bea Ortiz (2), Mati Ortiz, Helena Lloret (2), Clara Espar (6), Pili Peña, Forca (7), Maica García (5) y Paula Leitón (4) . Turquía, que está a un gol de los 100 en contra y que cuenta con algunas jugadoras de 15 años, seguirá su dura fase de aprendizaje.