Campeones sin medios

El deporte madrileño vive su luna de miel. Más allá de la tercera Champions League consecutiva del Real Madrid, de su doblete en baloncesto (Liga y Euroliga) o de la Europa League conquistada por el Atlético de Madrid, decenas de clubes y deportistas de nuestra región con muchos menos recursos han elevado nuestro deporte profesional y de base a unas cotas de éxito difíciles de repetir.

El ascenso del Rayo Vallecano nos convierte en la única comunidad con cinco equipos en Primera. El Rayo Majadahonda se estrenará en Segunda acompañando al Alcorcón. Las chicas del Atlético de Madrid se han proclamado campeonas de Liga. Y, en fútbol sala, el Inter Movistar presume de triplete: UEFA, Supercopa de España y Liga.

Los Osos Rivas y Las Rozas Black Demons, disputaron la final de la Liga Nacional júnior de fútbol americano, con victoria para los segundos. El CD Ilunion de baloncesto en silla de ruedas quedó segundo de Europa y tercero en su Liga. La Selección Madrileña femenina de voleibol se alzó como subcampeona de España en categoría Infantil. La Selección de Deportistas con Discapacidad Intelectual ha logrado el campeonato.

Carlos de Corral ha revalidado el título en el Campeonato de Europa Mid Amateur masculino de golf. Tomás Toledano se ha alzado con el Campeonato de España Sub-17 de bádminton. Hugo González, nadador del Real Canoe, ha batido el récord de España de los 200 estilos. Joana Pastrana se ha convertido en la segunda boxeadora nacional que consigue ser campeona del mundo.

Todos estos éxitos (y los que no caben en este artículo) han sido posibles a pesar de que la Comunidad de Madrid dedica al fomento del deporte y sus infraestructuras unos insuficientes 28,5 millones de euros, frente a los 67,6 millones de Cataluña.

Desde Ciudadanos hemos insistido en que el deporte es vital para nuestros jóvenes (con valores como la superación, el compañerismo o la cultura del esfuerzo), que refuerza la salud y que es un magnífico exponente de la Marca Madrid. Por eso, hemos propuesto que nuestros niños tengan una hora más de educación física en los colegios y conseguimos que la Asamblea de Madrid aprobase nuestra Ley de Profesiones Deportivas, que impulsará el sector, luchará contra el intrusismo y garantizará el mejor servicio a los usuarios.

Por hacer. Sin embargo, aún queda mucho por hacer. No es casualidad que nuestros clubes reclamen un mayor compromiso con sus necesidades, que continuamente se exija una ley de mecenazgo o que los deportistas se marchen de nuestra región por falta de oportunidades.

Javier Fernández, nuestro laureado patinador, es un ejemplo palmario de cómo el exilio supone, en muchas ocasiones, la única salida para triunfar. Necesitamos más políticas útiles. Nuestros deportistas ya no pueden hacer más con menos. Es hora de escuchar y de actuar.