España se impone en cuatro de las cinco finales de los Juegos
Teresa Portela, oro en el K1 200, pudo lograr también bronce en el K1 500, pero quedó cuarta, a 371 centésimas de la medalla.
El equipos español de piragüismo en aguas tranquilas ha cerrado su participación en los Juegos del Mediterráneo con una lluvia de medallas de oro al ganar cuatro de las cinco finales de la competición que se ha disputado en el Canal Olímpic de Castellefdefels (Barcelona). La pontevedresa Teresa Portela, la única representante española en dos finales, ganó la del K1 200 y fue cuarta en el K1 200.
A sus 36 años, Portela, doble campeona mundial de K1 200 y siete veces campeona de Europa, ha iniciado la jornada con la prueba del K1 500 y se ha mantenido en posición de medalla hasta el tramo final del recorrido. La vencedora ha sido la serbia Milica Starovic con 1:53.037 y el bronce ha sido para la eslovena Anja Ostermna , con 1:55.650, que ha superado a la española en los metros finales y que ha marcado 1:56.021.
El vigués Roi Rodríguez ha dado la primera medalla española del día al imponerse en el K1 500 con un tiempo de 1:38.881. El palista gallego ha superado a su gran rival, el portugués Fernando Pimentel, que partía con el mejor tiempo de las series y que ha debido conformarse con la medalla de plata, con un crono de 1:39.574.
La segunda medalla de oro llegaba por medio de Teresa Portela en la final del K1 200, disputada 40 minutos después de su primera final. Ahí surgió la garra de la palista de Cangas del Morrazo, que ha luchado codo a codo con la francesa Sarah Guyot, su rival directa y que no había competido en el K1 500.
La igualdad ha sido absoluta hasta los metros finales, donde Teresa ha realizado un esfuerzo increíble para vencer con 00:40.140, 109 centésimas de ventaja sobre Guyot, segunda con 00:40.249.
Recital del zamorano Carlos Garrote, medalla de oro en el Europeo de este año en Belgrado y plata en el Mundial de Racice 2017 en K2 200, en la final K1 200, barriendo materialmente a todos sus rivales desde la salida e imponiéndose con un crono de 00:34.148. Su rival directo, el serbio Marko Dragosavljevic, que partía con el mejor tiempo de la final, ha sido segundo con 00:34.503.
El broche final al gran éxito español, con la cuarta medalla, ha llegado en el K2 500 con el dúo formado por el pontevedrés Rodrigo Germade y el campeón olímpico en Río 2016 (K1 1000), Marcus Cooper Waltz.
Germane y Waltz son una de las parejas más potentes del mundo, con oro en el Mundial 2017 y plata en el Europeo de Belgrado de este año. Su perfecta sincronización es su gran baza y se han impuesto con claridad marcando 1:27.902. Solo el equipo de Francia les ha inquietado algo, pero su ventaja era ya definitiva y los galos, con Guillaume Fafra y Franck Le Moel, han sido segundos con 1:28.819.