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Green Bay Packers

Brett Favre y Aaron Rodgers se entienden a la vejez

El legendario QB de los Packers, el más mayor de ellos, confesó que el legendario QB de los Packers, el más joven, ahora le comprende mucho más.

Brett Favre y Aaron Rodgers se entienden a la vejez

Una de las enemistades más conocidas de la NFL es la que mantuvieron Brett Favre y Aaron Rodgers. Dos de las leyendas más imponentes de los Green Bay Packers y, por extensión, de la propia liga, tuvieron un comienzo de relación tortuoso que se extendió hasta la retirada del primero. Ahora, Favre ha contado como Rodgers, en conversación de la pasada semana, le confesó que, tras muchos años, entiende la situación, porque ahora él también es "viejo" y ve su situación muy similar a como la veía Brett en su día.

Recapitulemos.

Aaron Rodgers es elegido en el draft del año 2005. En primera ronda. De manera hoy inexplicable, el quarterback de la universidad de California caía y caía sin que nadie le escogiese y los Packers vieron una gran oportunidad en el puesto #24. Fue un momento de gran alegría para la franquicia en ese instante, y en retrospectiva ni os cuento.

Pero no fue un gran momento para Brett Favre. El QB de los queseros tenía 35 años y lo que quería era ganar anillos. Que le metieran a un pipiolo para ser su reserva le parecía gastar la elección de primera ronda. Y, además, cuando llegó el momento de los campos de entrenamiento, el bueno de Aaron, en su inocencia, quiso ver vídeo con el veterano y establecer una relación de profesor y alumno.

Que ni lo soñara, por supuesto. Brett Favre se mostró distante y le dejó muy claro que él no estaba para educar a nadie, que se buscara la vida y que no le diera la lata. Ahí murió la única opción de llevarse bien. En los siguientes años ni se dirigieron la palabra. Durante tres temporadas Favre siguió siendo el titular y Rodgers aguardó paciente su momento.

Desde el final de la temporada 2006, Favre comenzó a juguetear con la retirada y Rodgers a fantasear con la titularidad. Sin embargo, llegaba agosto y, a pesar de entrevistas concedidas hablando de su futuro, a pesar de homenajes incluso en el Soldier Field de sus enemigos de los Chicago Bears, el veterano acababa volviendo una y otra vez. En 2008 la franquicia se cansó del juego y le espetó a la cara a Favre que no era bienvenido tras otro nuevo culebrón y que el titular era Rodgers.

Gasolina al fuego. Los dos jugadores pasaron a detestarse directamente. El veterano acabó en los New York Jets un año de puente porque en Green Bay se negaron a traspasarle a los Minnesota Vikings, pero ese fue el destino final de Favre un par de años después.

En 2013, ya con Favre retirado, la relación de los dos quarterbacks cambió gracias a una broma en la ceremonia de premios de los NFL Honors. A la organización le pareció simpático ponerlos juntos en el escenario ejecutando una broma con Favre diciendo que todo el mundo adora a los grandes jugadores que regresan a su nivel  y Rodgers respondiéndole que a veces lo mejor que pueden hacer los veteranos es mantenerse retirados. El extraño apretón de manos final fue celebradísimo:

No es que se hayan vuelto amigos pero, desde entonces, son capaces de charlar de vez en cuando. Cuenta el mismo Favre que Rodgers casi nunca le devuelve las llamadas, "es el peor en eso. Siempre le amenazo con que le voy a comprar un teléfono nuevo porque igual tiene roto el suyo", pero que lo hizo la semana pasada.

Y fue entonces cuando Aaron le dijo que, con el tiempo, ya entiende por lo que pasó Brett y que se siente de manera parecida. "Aaron tiene ahora 34 años, más o menos como yo entonces, y ya ha visto pasar a muchos amigos, a muchos jugadores y entrenadores que estaban y ya no están. Cuando alcanzas una edad, te das cuenta de que eres el último de los tuyos y no te sientes cómodo con los jóvenes que van llegando". Y añadió que "en ningún lado de ningún contrato te dicen que tienes que educar al que va a ser quien te quite el puesto. Las cosas no funcionan así en los vestuarios profesionales".