NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

NFL

Así están las batallas de quarterbacks en la NFL 2018

Con seis semanas de vacaciones por delante, es momento de echar un vistazo a los duelos de pasadores en las franquicias con dudas en el puesto.

Actualizado a
Así están las batallas de quarterbacks en la NFL 2018
Seth Wenig

Seis semanas de vacaciones. He ahí lo que tienen por delante los jugadores de la NFL antes de que comiencen los campos de entrenamiento de la pretemporada 2018. En muchos casos, estamos hablando de mes y medio en el que los atletas saben que tienen que estar a tope porque se juegan su futuro en la liga; las plantillas, ahora mismo, son de 90 personas y serán de 53 cuando acabe agosto, por lo que está en juego el pan de estos muchachos.

Hay, sin embargo, una raza especial dentro de estos que se juegan el puesto: los quarterbacks de equipos que aún no tienen muy claro el titular del equipo. No es que se estén jugando ser despedidos pero, desde luego, ninguna otra posición es más inflexible y complicada en el campo, así que el que pierda la titularidad, o el que no lo consiga, sabe que tiene por delante un muro que escalar si quiere tener un futuro en esta profesión.

Vamos a echar un ojo a cómo están las peleas de quarterbacks tras los entrenamientos de primavera, que es lo que ha salido de los primeros contactos en las plantillas de este año. Por supuesto, excluyo comentar aquellos equipos que tienen meridiánamente clara la jerarquía en la posición de pasador.

Buffalo Bills

Hay una corriente de opinión bastante establecida en el entorno de la liga que señala que el grupo que forman A.J. McCarron, Nathan Peterman y Josh Allen es el trío más flojo de toda la NFL esta temporada en lo que a quarterbacks se refiere. No soy capaz de llevarles la contraria.

Si hacemos caso a lo que cuentan los periodistas que cubre el equipo, Nathan Peterman tiene una oportunidad única para ser titular. Ha compartido casi tantos snaps con el primer equipo como McCarron y, al parecer, lo ha hecho mejor. Tras debutar con cinco intercepciones en una sola mitad ante los Chargers, la carrera de Peterman no puede estar más pendiente de un hilo.

Josh Alllen ha de ser cocinado a fuego lento, venden desde Buffalo, pero con este panorama no sería de extrañar que más temprano que tarde diera el salto a la dirección del ataque de los Bills. De momento, entrena mayoritariamente con el tercer equipo.

New York Jets

Quiso Todd Bowles insistir en que no quería poner a Sam Darnold de inicio pero que le iba a dar todas las oportunidades del mundo para que se ganará el puesto. En mi opinión, esa frase revela que el entrenador no quiere perder ni un minuto en darle las llaves del equipo al número tres del draft.

Y bien haría. Josh McCown completó una gran temporada el año pasado, pero en ningún caso puede ser considerado un QB diferencial. Y queda la duda de Teddy Bridgewater, del que también se han dicho cosas muy bonitas por parte de los que siguen el día a día de este equipo.

Baltimore Ravens

Cuando John Harbaugh no es capaz de aguantarse sin poner a Lamar Jackson con el primer equipo aunque sea a costa de tener dos QBs en el campo, es que las campanas por el funeral de Joe Flacco han comenzado a doblar. Demasiada excitación, ilusión, promesa de cambio y grandeza en el rookie como para que el veterano sea capaz de parar la ola.

O no. Porque, quizás, la competencia, como pasó el año pasado con Alex Smith y Pat Mahomes en los Kansas City Chiefs, hagan de Flacco un jugador más agresivo, más determinado, y eso haga que se mantenga su puesto, al menos esta temporada.

No lo sé. La batalla se ha abierto incluso antes de lo que yo imaginaba (que estamos en junio y el runrun no para de crecer) como para pensar que el cambio no se hará si el equipo cae en récord negativo o enlaza dos malos partidos en ataque, asuntos ambos a los que los Ravens nos han acostumbrado recientemente.

Cleveland Browns

Tyrod Taylor es el titular. Indiscutible. Tyrod Taylor es el titular. No hay batalla. Tyrod Taylor es el titular desde el mismo día que se ejecutó el traspaso con los Buffalo Bills. Tyrod Taylor es el titular porque se lo ha ganado en cada entrenamiento, en casa paso que da, parece. Nos pongamos como nos pongamos, de Hue Jackson sólo sale lo anterior como reflexión.

Así que, bien mirado, ni siquiera tendrían que estar en esta lista.

Ahora bien: no se da el número uno del draft a un quarterback, Baker Mayfield, y luego se espera que no haya interés por saber cuándo va a jugar o, si no lo hace, si hay algo problemático con él. Es la naturaleza de la bestia. Así que habrá preguntas, en un sentido u otro, de continuo. Y los Browns han de responder. Si llegan victorias, no habrá problema, si no...

Indianapolis Colts

Aquí la duda es física, por supuesto. Al fin, tras más de año y medio de sufrimiento y locura, en lo que a la gestión de la información por parte de la franquicia se refiere, Andrew Luck lanzó balones de football. No reglamentarios, sino de instituto. Y con una mecánica extraña, preocupante.

Todo preocupa en el caso de Andrew Luck. Y hasta que no lo veamos en el campo, nos vale en agosto, de manera más o menos solvente, seguiremos preocupados. Ahora mismo, aunque desde el equipo y por la propia voz del protagonista, se dice que estará con toda seguridad jugando en la semana uno de la temporada, Jacoby Brissett haría bien en no relajarse.

Philadelphia Eagles

Otro equipo que está aquí sólo por asuntos físicos. No tendría por qué haber problema con Carson Wentz, cuya recuperación parece que marcha viento en popa pero, por si acaso, Nick Foles, el MVP de la Super Bowl LII, aguarda como el mejor seguro actual de toda la NFL.

Arizona Cardinals

Sam Bradford es el titular. Los que somos muy fans de Josh Rosen tenemos que esperar a ver si es tan bueno como nos pareció en UCLA o nos equivocamos (como tantas veces) como parecen indicar Browns, Jets, Bills y compañía, que pasaron de él en el draft.

Lo que he leído de los minicampos obligatorios de los Cardinals no parecen indicar que el puesto de Bradford esté en duda salvo, claro, porque es conocida su propensión a las lesiones.