Lete, en funciones y la Ley del Deporte, pendiente

La moción de censura que salió adelante con el voto de 180 diputados lleva a Pedro Sánchez a La Moncloa. Y con ello, llegarán también cambios a la política deportiva. El líder del PSOE, que contó con el apoyo de Podemos y los partidos nacionalistas, fue investido de manera automática presidente del Gobierno. Ahora, los ministros de Mariano Rajoy deben dimitir (el de Educación, Cultura y Deportes es Íñigo Méndez de Vigo) y una vez que Sánchez jura o prometa su cargo ante el Rey, tendrá que dar a conocer su nuevo gabinete.

Así pues, José Ramón Lete, que tomó posesión en noviembre de 2016, pasa a estar en funciones en el cargo de secretario de Estado para el Deporte. Cuando se publique su cese, dejará de llevar las riendas del Consejo Superior de Deportes. El nuevo ministro tendrá que elegir a su sucesor.

Sánchez (economista y exjugador de la cantera de Estudiantes durante cuatro años) anunció que respetará los Presupuestos Generales, de lo que se desprende que las federaciones mantendrán 54,2 millones de euros de subvención (4,8% más que en 2017). Precisamente, la moción de censura coincidió con la intervención de Lete en el Senado explicando las cuentas de su departamento.

El tema más candente que tenía Lete entre manos es la modificación de la Ley del Deporte de 1990, para lo que existía consenso de los grupos mayoritarios. El borrador debía presentarse en verano. El cambio de Gobierno podría retrasar el desarrollo de un texto que las federaciones quieren que se complete con un plan de financiación. La crisis institucional del baloncesto (ACB, ventanas FIBA...) es algo que sigue sin resolverse.

El PSOE llevaba en su programa electoral el compromiso de "modernizar el ADO". Este tendrá 14 millones menos en el ciclo de Tokio 2020 respecto al de Río (22 frente a 36) y está previsto completar la bajada de patrocinadores con el 1% de los derechos audiovisuales de LaLiga.