Acusan a la MLB de centrar su antidoping en jugadores latinos
Carlos Gónez, de los Tampa Bay Rays, considera que la liga no usa controles aleatorios, como presume, sino que va siempre a por los mismos.
Carlos Gómez, jugador de 32 años de los Tampa Bay Rays de la MLB, no cree que sea casualidad que él pase más controles antidoping que la mayoría de sus compañeros. En absoluto. Y cree firmemente que detrás de esta anomalía estadística está la mano de la liga, que no es limpia a la hora de seleccionar jugadores para este proceso.
En concreto, Gómez cree que los que dirigen la mayor liga de béisbol del mundo mienten cuando hablan de que la forma de elegir qué atletas han de someterse al control de sustancias prohibidas es aleatorio. Para el jugador de los Rays, los jugadores latinos y los jugadores veteranos son el centro de una persecución soterrada.
"Ellos te dicen que es aleatorio pero, hasta que no me presenten pruebas de ello, yo no me lo creo. Ellos escogen a la persona que quieren que pase el control", explicó Gómez en una entrevista en una publicación de Tampa Bay.
"Yo debo de ser la persona con más suerte de mi equipo", continuó, "porque me hacen más pruebas que a nadie. He vuelto ahora después de tres días recuperándome de una lesión y ya me han hecho otro control".
Se suman esta palabras a lo que dijo en el podcast de MLB de Yahoo Sports donde subrayó que jugadores latinos y/o veteranos como Robinson Canó (recientemente sancionado 80 partidos por dar positivo por uso de sustancias prohibidas) o sus compañeros Sergio Romo y Denard Span (ya traspasado a los Seattle Mariners) habían sido controlados de manera más exhaustiva que los más jóvenes y los norteamericanos y asiáticos.
Es famoso a lo largo de la liga que, por ejemplo, el año pasado Eric Thames, un veterano que se ganó la vida en la liga de Corea del Sur antes de volver a Estados Unidos, estuvo de manera casi permanente en la sala de antidopaje cuando comenzó la temporada con un rendimiento muy superior al esperado.
Carlos Gömez ha comenzado esta temporada bateando con un porcentaje de .194, lo cual es francamente pobre.