legó al timón de la gimnasia española en el peor momento posible, porque hace ocho años Jesús Carballo (Madrid, 41 años) era el vicepresidente de la Federación, la imagen deportiva porque había sido dos veces campeón del Mundo y una de Europa. Dimitió el presidente y tuvo que dar el paso al frente. “La Federación tenía dos millones de euros de deuda y afrontamos un plan de viabilidad muy estricto y muy duro porque tuve que prescindir de personas a las que conocía de toda la vida”, asegura el presidente, quien tras estos años empieza a respirar porque “la situación ha mejorado hasta el punto de que ya se pueden afrontar retos de organizar grandes campeonatos, como el Europeo de rítmica de esta semana en Guadalajara, lo que era impensable hace eso, ocho años, por ejemplo”.
Valladolid. Este Campeonato de Europa, el primer gran acontecimiento que se organiza en España con Jesús Carballo como presidente, inicialmente iba a disputarse en Valladolid: “Con el Ayuntamiento vallisoletano tenemos una gran relación, y es un centro clásico de rítmica (ya organizó un Mundial), pero no fue consciente del espacio necesario para colocar los nueve tapices extra que nos pide la Unión Europea. Cuando nos dijeron que no se podía, fue Guadalajara quien nos socorrió, y allí hemos instalado unas carpas alrededor del Multiusos de Aguas Vivas para colocar esas pistas”.
Mandan las chicas. En el Consejo Superior de Deportes señalan el incremento de licencias femeninas en la Federación, que de su total el noventa por ciento es de mujeres. “Pero también crece el número de licencias masculinas, porque tenemos más chicos que nunca. Volvemos a despegar en todas las modalidades”, dice el presidente. ¿Entonces por qué en la élite los grupos son tan reducidos?. “Cuando ves un campeonato de España con miles de niños dices, bueno, una gran base para un buen equipo. Y te pones al lado de los técnicos y ellos, especialistas, sólo ven a dos o tres con posibilidades de llegar a los equipos nacionales. La gimnasia tiene unos valores educativos que facilitan la apuesta de los padres por este deporte. Pero para la élite se necesita suerte, talento y trabajo, y eso no es tan fácil de encontrar”.
También asegura que se han dado cuenta que hay que captar los talentos de manera prematura: “No podemos pensar que van a venir trabajados y perfeccionados de sus clubes; es más, nos hemos percatado de que lo importante es que tengan una buena formación. Y en eso estamos, en hacer los seguimientos desde la iniciación para que los que lleguen a la Selección no vengan con aspectos que luego haya que corregir y que suponen una pérdida de tiempo”.