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RUGBY | LIGA HEINEKEN

El VRAC se corona campeón de Liga por octava vez en Zorrilla

Tumbó a El Salvador en un derbi vallisoletano sin ensayos. El pie de Griffiths, sin fallos, volvió a ser determinante como en la Copa. Octava Liga y doblete quesero.

El VRAC se corona campeón de Liga por octava vez en Zorrilla
Twitter: @AyuntamientoVLL

El VRAC es campeón de Liga por octava vez en su historia. Tumbó a El Salvador en Zorrilla (18-12) en un partido sin ensayos, claustrofóbico, que decidió un seis de seis de Gareth Griffiths al pateo. Una vez más, el bazooka del galés fue determinante. El feudo vallisoletano no lució tanto como en las finales de Copa de 2016 y 2017. Pese a la previsión de unas 15.000 personas en las gradas, los tornos acabaron marcando 10.423. Lo que no oculta que el rugby sigue ganando visibilidad.

El control del partido en los primeros minutos fue del Chami. Se adelantó por medio de Katz en el 7' y generaba dudas en su rival con su agresividad en el contacto y la fortaleza de su touche. Fue despertar a la bestia quesera, que durante los últimos 20 minutos colonizó el campo contrario y fue forzando golpes de castigo para Griffiths. Uno, dos, tres... Gass apuntaba y no fallaba para dejar al VRAC 9-3 arriba al descanso.

Sí lo hacían las manos, con innumerables adelantados que convirtieron la melé en una imagen demasiado recurrente a lo largo del partido. El desgaste en las delanteras era tremendo y Alhambra Nievas, la encargada de oficiar el partido, se veía obligada a pedir más premura en touches y melés durante una segunda parte que empezó como acabó la primera: con el VRAC en la 22 chamiza. Fueron muchas y peligrosas las visitas, pero los palos seguían siendo la única vía para sumar. 

Griffiths puso el 12-6 en el 47' y a partir de ahí hubo cambio de tercio. Kacilala y Díaz se desmelenaron en las alas de El Salvador y le llevaron a campo rival. Entonces emergió la figura de Katz, decidido a volver a ser determinante como en la final de Copa de 2016. Con dos colpes de castigo y un drop de fuera de serie, interrumpidos por otro castigo de Griffiths, puso a El Salvador 15-12 y le metió de lleno en el partido. Respondió Griffiths en el 77'. Parecía la sentencia y lo fue, aunque el Chami murió con las botas puestas, forzando touches a cinco metros de la línea de marca e intentando entrar con el maul. Fue un final de puro rugby que encumbró de nuevo al Quesos, ganador de los últimos cuatro títulos en juego este año (Liga, Copa, Supercopa y Copa Ibérica), que iguala a su vecino en el segundo escalón del palmarés histórico de la Liga, a uno de Arquitectura. En Zorrilla volvió a confirmar su dictadura.