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LA CHICA DE AS

El método Mayu ambiciona rebrotar los éxitos de Tarrés

La japonesa entrena desde septiembre una joven Selección, que espera ascender peldaño a peldaño y preparar el relevo a medio plazo de Ona Carbonell.

Actualizado a
El método Mayu ambiciona rebrotar los éxitos de Tarrés
FELIPE SEVILLANODIARIO AS

La sincro española compite desde el viernes al domingo en Madrid en una competición que formará parte de las World Series de la FINA y que, al mismo tiempo, equivale al Trofeo Infantas de España. Austria, Bielorrusia, Chile, Hungría, Holanda, Finlandia, Kazajistan, Polonia, Serbia y Suiza se medirán a Ona Carbonell y el resto del equipo, dirigido desde el pasado septiembre por la japonesa Mayuko Fujiki.

Mayu, como se le conoce, es una vieja conocida de la sincro española. Llegó de la mano de Anna Tarrés antes del Mundial de Barcelona, en 2003, después de colgar el bañador tras una exitosa carrera acuática, culminada con un bronce en los Juegos de Atlanta de 1996. De 2003 a 2011 fue una de las ayudantes de la anterior seleccionadora, encargada, principalmente, de crear las coreografías y mejorar la técnica de las nadadoras.

Mayuko Fujiki
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Mayuko FujikiFELIPE SEVILLANODIARIO AS

Mayu vivió entre bambalinas los años dorados de la sincro, con las medallas olímpicas en Pekín 2008 y las siete medallas mundiales en Roma 2009, al margen de otra colección de títulos. Decidió aventurarse a asesorar a la selección estadounidense con vistas a los Juegos de Londres 2012 y la experiencia apenas le duró dos años con notables resultados. Regresó al CAR de Sant Cugat para ayudar a Esther Juamà y Ana Montero, un proyecto regenerador que no contó con la química necesaria de Mayu. Se fue en septiembre de 2013 a China, a entrenar al gigante asiático.

Con Mayu, China se mantuvo segunda del mundo, logró dos platas olímpicas por primera vez en su historia y acercarse a dos puntos y medio de Rusia. Después del último Mundial de Budapest, en 2017, Fernando Carpena la repescó, pero ahora como seleccionadora. Tiene una difícil misión: lidiar con un grupo de deportistas que apenas superan la mayoría de edad y con un futuro a medio plazo, sin Ona Carbonell. Y regresar a lograr aquellas medallas de su primera época de ayudante de Tarrés. Es todo un reto, aunque ella ya conoce el camino.