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Los Angeles Chargers

Drama en los Chargers: Hunter Henry, fuera todo el año

El tight end, llamado a ser una de las claves del ataque del equipo de Los Angeles, se ha partido los ligamentos de la rodilla derecha en su primer entrenamiento.

Drama en los Chargers: Hunter Henry, fuera todo el año

Veintitrés de mayo. Estamos a veintitrés de mayo. Para algunos equipos, el inicio de las actividades organizadas voluntarias de la temporada. Los primeros entrenamientos de campo. Unos estiramientos aquí, unas carreritas allá, un saludar a los compañeros y hacer algo de ejercicio para desengrasar. Veintitrés de mayo. Los Angeles Chargers han perdido a Hunter Henry para el resto de la temporada. A veintitrés de mayo.

Henry, tight end de tercer año en la NFL, quien fuera elegido en segunda ronda del draft de 2016, se partió ayer los ligamentos de la rodilla derecha y, previsiblemente, será baja para la campaña 2018.

Es un golpe brutal para el equipo.

Primero porque el jugador estaba llamado a ser una de las grandes estrellas del ataque. Su físico y su comportamiento en el campo le habían llevado a estar en la rampa de salida hacia el estrellato en la NFL. El año pasado comenzó siendo suplente del mítico Antonio Gates y, en cuanto le adelantó en la rotación, el grupo pasó de un récord 0-3 a otro de 9-4. Acabó el curso con cuatro touchdowns, 12,9 yardas por recepción y 579 yardas totales.

Su carga de trabajo para 2018 se estimaba mucho más prolífica. De hecho, se le consideraba capacitado para asaltar las mil yardas totales y una de las tres patas esenciales del esquema ofensivo montado para ser los hombres de habilidad de Phillip Rivers. Junto a Melvin Gordon y Keenan Allen, daba miedo a los coordinadores defensivos de la NFL.

Y segundo para la moral del equipo en sí. Los Chargers son una de las franquicias más castigadas por las lesiones en los últimos tiempos. Es más, han llevado a cabo un estudio para ver si la miriada de lesiones de ligamentos que les asolan tienen alguna relación con sus métodos de entrenamiento o si son meramente casuales. Dado que el equipo antes lo dirigía Mike McCoy y ahora lo hace Anthony Lynn, de muy diferentes modos y filosofías, es de suponer que no existe tal relación.

Lo que queda es la sensación de terrible mala suerte para el equipo. Cualquier lesión para todo el año es muy dura de aceptar, más cuando se está hablando de uno de los jugadores cruciales del grupo. Pero es añadir una excesiva carga desmoralizante que eso se produzca ya en mayo.

Esta lesión podría abrir la puerta al regreso de Antonio Gates. El fabuloso tight end de los Chargers, uno de los mejores de la historia, está a punto de cumplir 38 años y, en principio, no tenía sitio en la plantilla. Aún así, él había mostrado su intención de seguir jugando. Quizás su equipo le vuelva a llamar ahora que la posición de tight end en su depth chart está ocupada por el recién fichado Virgil Green, Braedon Bowman y dos muchachos sin draftear como Cole Hunt y Ben Johnson. Un grupo francamente gris.

Algo tendrán que hacer los Chargers. Aunque lo primero ha de ser recuperarse del mazazo emocional de saber que las complicaciones de la temporada empiezan ya, a veintitrés de mayo.